Seis de cada diez inmigrantes en Euskadi envían cada mes remesas a su país de origen
La media mensual que se gira es de 300 euros y los latinoamericanos son los que más mandan. El montante representa una importante ayuda al desarrollo para los países receptores
Diario Vasco,
,
07-07-2008
DV. Gentes llegadas de cualquier rincón del mundo han elegido Euskadi para labrarse un futuro lejos de su tierra natal. Viven y trabajan en alguno de los tres territorios y con su sueldo hacen auténticos malabares. Se costean una vivienda – en alquiler o en propiedad – , cubren su manutención y pagan impuestos religiosamente – aportan a las arcas un 23,5% más que los autóctonos por su mayor tasa de actividad – . Por si fuera poco, el esfuerzo de ahorro en muchos casos es tal que todavía les queda dinero para enviar a sus países de origen, en donde quedaron sus seres queridos. En ocasiones, la economía familiar depende de la llegada de ese maná del otro lado del mundo.
Según las cifras de una encuesta elaborada por el Observatorio Vasco de Inmigración Ikuspegi, seis de cada diez inmigrantes que viven en el País Vasco envían mensualmente remesas a sus países de origen. De media giran 300 euros al mes.
Cada uno de esos envíos se puede considerar como dinero que ‘vuela’ del País Vasco. Desde otro punto de vista, al mismo tiempo, supone una importante ayuda al desarrollo para los países receptores, en la mayoría de los casos sumidos en la pobreza.
En Euskadi, actualmente residen 98.524 inmigrantes, según los datos de finales de 2007 del Instituto Nacional de Estadística. De todos ellos, 29.040 viven en Gipuzkoa. La mitad procede de Latinoamérica, un 15% de África, un 30% de Europa y el 5% de Asia. Son precisamente los inmigrantes latinoamericanos quienes más remesas envían a sus países de origen. Según datos de Ikuspegi, el 70% gira periódicamente dinero a sus familias. En Gipuzkoa este porcentaje es del 64%. Por nacionalidades, ecuatorianos, colombianos y bolivianos son quienes más dinero mandan.
La mayoría de los envíos tienen una periodicidad mensual (73,3%) con una cuantía de 250 euros al mes. Además, el estudio refleja que casi el 60% envía remesas a sus países de origen a través de los locutorios y las empresas remesadoras que allí ofrecen sus servicios, un 28% realiza el giro mediante entidades financieras y el 8,7% se sirve de las oficinas de Correos. No obstante, se da la circunstancia de que en Gipuzkoa los latinoamericanos prefieren enviar dinero usando las entidades financieras antes que los locutorios.
La población africana en el País Vasco es el segundo grupo de inmigrantes que más dinero envía (uno de cada dos). Por nacionalidades, son los senegaleses quienes en mayor porcentaje realizan estos envíos. En cuanto a los asiáticos, el 55% de los encuestados asegura enviar remesas.
Por último, los extranjeros europeos son quienes mayor cuantía mensual envían a sus países de origen: 549 euros. Por nacionalidades, destacan los portugueses con 766 euros mensuales, frente a los 231 euros de los rumanos.
España, el que más envía
No existen datos exactos del total que cada año sale del País Vasco en forma de remesas. No obstante, esa cuantía forma parte de los 8.130 millones de euros que en 2007 salieron de España, según la contabilidad del Banco de España. El montante asciende año tras año. De hecho, España está a la cabeza de los países europeos en envío de remesas.
Para algunos países, el dinero que llega de España en forma de remesas supone una parte imprescindible para su economía. Como ejemplo, el dinero girado a Bolivia equivale el 8,5% de su PIB, según un estudio del centro de investigación Remesas.org.
Si es importante para el devenir de esos países, más lo es para las familias que lo reciben. «Recibir este dinero supone comer», asegura Iñigo Moré, economista de Remesas.org. Según los datos que manejan, cada inmigrante envía dinero a una media de tres personas. «Hay un beneficiario que lo reparte con una media de tres, de los que hay dos que no trabajan y para los que las remesas son su único ingreso. Son niños o ancianos. Sin esas aportaciones pasarían hambre», explica el economista. No obstante, reconoce que un «porcentaje pequeño de las remesas» se emplea a la inversión en el país de origen.
Tomando como referencia los envíos que se realizan en toda España, los inmigrantes «destinan el 25%» del sueldo al giro de remesas. «Y hablamos de salarios muy débiles, al filo de mil euros mensuales», recalca Moré. El medio más utilizado para enviar el dinero en España se realiza a través de empresas remesadoras, que tienen su servicio en los locutorios.
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