Tribuna Abierta

¿Europa se aleja?

Diario de noticias de Gipuzkoa, por Mikel Irujo Amezaga, 03-07-2008

JUNIO ha sido un mes horribilis para la UE. El rechazo irlandés al Tratado de Lisboa, único que se sometía a referéndum, la aprobación por el Consejo del proyecto de directiva de las 65 horas (aún queda el trámite parlamentario) y la aprobación definitiva de la directiva de retorno de inmigrantes , más conocida como la “directiva de la vergüenza”.

Da la impresión de que Europa se distancia cada vez más de la ciudadanía. Y es que todos nos acordamos de Khrushchev dando un zapatazo en la ONU, pero muy pocos recuerdan porqué lo hizo. Todos nos acordaremos de la becaria más famosa, Mónica Lewinsky, pero pocos se acordarán de la gestión, buena o mala de Clinton. Muchos recordamos el agujero en el calcetín del ex presidente del Banco Mundial cuando visitaba una mezquita, pero casi nadie sabe nada de cómo fue su gestión. Todos podemos “pensar en verde”, desear el cuerpo de una marca de yogurt o vivir colgados del “connecting people”. En resumen, vivimos en un mundo de imagen y marketing, y es aquí donde la UE está fallando estrepitosamente. Europa necesita urgentemente contratar una agencia de publicidad que sea capaz de transmitir sus valores y aspectos positivos. Y éstos son muchos.

Durante el último Pleno de Estrasburgo el Parlamento Europeo ha aprobado 28 disposiciones, entre ellas, la Directiva retorno, pero también la Directiva sobre residuos, que prevé para el 2020 el reciclaje del 50% del papel y vidrio, así como el 70% de los desechos procedentes de la construcción. También aprobó un reglamento para reforzar la seguridad de peatones y ciclistas en las carreteras, que incluye la obligación de introducir sistemas de asistencia en frenada, protección delantera y anticolisión en los automóviles, y espera reducir a la mitad las 8.000 víctimas anuales en la UE. Otro informe introduce nuevas normas para reducción de emisión de Co2 en vehículos. También se decidió aprobar un partida suplementaria de 17 millones de euros para luchar contra la pobreza, que afecta a 78 millones de europeos, facilitar el intercambio de datos penales para combatir los delitos sexuales, otorgar mayor acceso a documentos al Defensor del Pueblo… y un largo etcétera. En resumen, tan sólo la semana pasada se aprobaron directivas y reglamentos transcendentales para el medio ambiente, la justicia y la seguridad vial, entre otras.

No obstante, lo único que destacaron la prensa y demás medios de comunicación fue la “Directiva de retorno de inmigrantes ”. Realmente es una vergüenza, al igual que el proyecto de ampliación de horas de trabajo semanales a 65 horas. Pero la vergüenza no proviene de la UE. Me explico. La directiva retorno ha sido aprobada, sobre todo, con los votos del PP y los liberales europeos (incluidos CiU y PNV, aunque éste último se abstuvo), que sorprendentemente contaron con el apoyo de los socialistas españoles (el grupo socialista europeo en conjunto votó en contra). Por supuesto que es vergonzoso que la UE permita que menores de edad sin papeles puedan estar recluidos 18 meses. Por supuesto que es vergonzoso que se pueda incrementar el límite de horas de trabajo a 65 horas semanales (9,2 horas por día, incluyendo fin de semana), pero Europa está siendo víctima de unos gobiernos, mayoritarios en el Consejo, y un Parlamento Europeo dominados por la derecha.

Cuando un Ayuntamiento, un länder o un Estado aprueban alguna normativa “vergonzosa”, a nadie se le ocurre plantear que sus instituciones y su futuro estén en crisis. Cuando en Marbella, Totana o Estepona detienen a alcaldes y concejales por corrupción, la institución municipal no se pone en tela de juicio, el alcalde es el culpable, no la institución. Cuando Aznar nos metió en la guerra de Irak, el responsable no fue el Estado, sino el gobierno del PP. En cambio, cuando la UE toma una decisión equivocada, las responsables son sus instituciones, minando, de esta manera, el europeísmo en su conjunto. Europa necesita urgentemente una campaña de marketing que limpie y fomente su imagen. Y material no le falta. ¿Alguien se ha puesto a pensar qué sería del medio ambiente en Europa sin la UE? ¿Sabe la opinión pública que la UE, con 60.000 millones de euros, es el mayor donante de ayuda al desarrollo, duplicando al segundo, que es EEUU? ¿Sabemos que la gracias a la UE y a programas como Erasmus cerca de dos millones de estudiantes han podido estudiar en una universidad de otro Estado miembro? ¿Puede imaginarse alguien qué clase imperio económico sin límites sería hoy en día EEUU sin el contrapeso de la UE? ¿Qué hubiera sido del sur y, ahora, del este de Europa sin los fondos estructurales y de cohesión?

A estas preguntas añadiría una más: ¿Somos conscientes los europeos de que la UE es un invento único en el mundo, de que ningún otro continente ha sido capaz de llegar tan lejos? La lista de aspectos positivos y de beneficios de la UE es casi infinita, pero el daño que hacen cuestiones como la “Directiva de la vergüenza” a la imagen de la UE como espacio de bienestar y respeto de los derechos humanos también lo es. No obstante, por favor, critiquemos duramente estos desmanes de la derecha europea, pero no cuestionemos continuamente este gran y prospero invento que es la Unión Europea.

  • Eurodiputado por Eusko Alkartasuna
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