Guatemalteca trabajó política de Barack Obama
Prensa Libre, 01-07-2008
En Chicago, Illinois, Barack Obama —hoy presidenciable por el Partido Demócrata— solicitó a Maricela García, guatemalteca residente en esa ciudad, que participase en la elaboración de una propuesta de política migratoria que él utilizó luego durante su período como senador.
García, actual directora de la organización Latinos United, era estudiante de Trabajo Social en la Universidad de San Carlos, y decidió emigrar a EE. UU. en 1981, cuando Guatemala afrontaba un clima de represión.
“Había tanta violencia en contra de los estudiantes que tuve huir”, explicó García.
Cuando se instaló en Chicago, continuó sus estudios en la universidad North Easter, de Illinois. Mientras concluía su maestría, trabajó en el grupo de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, donde descubrió su pasión por las políticas públicas, actividad a la que se ha dedicado siempre.
El primer contacto que García tuvo con Barack Obama fue cuando éste se desenvolvía como senador de Illionis, entre 1997 y el 2000. García lo visitó a efecto de tratar temas de apoyo para las comunidades hispanas, como la petición de fondos para programas de inglés para migrantes y emisiones de licencias de conducir.
“A mí me impactó bastante su gran inteligencia, su capacidad para manejar tanta información. Siempre nos demostró interés”, recordó García.
Cuando Obama decidió lanzarse como senador federal, escogió a un grupo de hispanos para diseñar una plataforma migratoria, en la cual destacaron un salvadoreño, un mexicano, un cubano y una guatemalteca —precisamente, García—.
Según García, la recomendación más importante que se le hizo a Obama es que la migración se deje de considerar como asunto interno que comienza en las fronteras, porque es un problema de carácter internacional que debe atacarse desde su raíz. “Le exigimos que abordara la inmigración desde el punto de vista de la pobreza y falta de democracia en los países de América Latina”, afirmó García.
La plataforma se basó en cuatro aspectos fundamentales: intentar legalizar a los migrantes que residen desde hace tiempo en EE. UU., buscar visas para trabajos temporales y así regular la migración, diseñar programas de integración de los indocumentados en la sociedad estadounidense y, lo más importante, el respeto a la unidad familiar.
García relató que Obama había recibido la propuesta con mucha apertura. Dijo que estaba de acuerdo y que basaría su gestión en esa línea migratoria.
“Para mí fue un honor haber participado en algo tan importante, pues es un tema muy controversial en Estados Unidos”, manifestó García, quien siempre ha destacado por su apoyo a la comunidad latinoamericana que reside en EE. UU.
Un año después de haber aceptado la propuesta, Obama levantó su mano y emitió un voto a favor de la construcción del muro en la frontera entre su país y México, en el 2006.
“Me sentí muy defraudada porque este simple gesto demostró una gran contradicción con la plataforma migratoria que él mismo había aceptado”, lamentó García.
Como no se podía quedar de brazos cruzados, convocó a empresarios, artistas y organizaciones de migrantes para suscribir una carta en la que se exigió a Obama rectificar su posición y explicar ese voto.
El ahora presidenciable respondió de manera muy general, y dijo que creía en el fortalecimiento de la frontera como medida para mejorar el control de la migración.
García explicó que, entre la comunidad hispana, Obama es considerado un buen candidato. “Pero, hasta el momento, no ha puesto mucho ahínco para cortejar el voto latino, así que deberá hacer un esfuerzo mayor y tomar posiciones claras en su política migratoria”, concluyó.
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