Cinco inmigrantes del cayuco que llegó el domingo siguen en Urgencias

El Día, , 01-07-2008
D. MERINO, S/C de Tenerife

Cinco inmigrantes de origen subsahariano que forman parte de la expedición que alcanzó en cayuco las costas de Tenerife el pasado domingo siguen hospitalizados, según confirmaron a EL DÍA fuentes de la Consejería de Sanidad.

Tres de ellos se encuentran en el Servicio de Urgencias del centro de El Mojón, en Arona, y los otros dos en el mismo servicio de La Candelaria.

Los cinco llegaron en el cayuco que transportaba a 179 personas que fue localizado en la mañana del domingo muy cerca de Tenerife y arribó al muelle de Los Cristianos alrededor de las 11:30 horas, remolcados por la embarcación de Salvamento Marítimo “Punta Salinas”, que salió a su encuentro a ocho millas de la costa.

Todos los ocupantes del cayuco son varones, de los que, a simple vista, 26 podrían ser menores de edad, dato que se verificará cuando se les realicen las pruebas óseas.

Según manifestaron las personas que contemplaron el desembarco, el operativo de Cruz Roja tuvo dificultades para ayudar a bajar del cayuco a los últimos 20 africanos.

Apenas podían ponerse de pie después de haber realizado una travesía en condiciones tan lamentables.

El número de esta expedición vuelve a ser muy elevado, como el de alguna otra de los años pasados, aunque las últimas no han llegado al centenar de personas.

La embarcación fue descubierta a primera hora de la mañana por el barco “Punta Salinas” que se encontraba navegando por la costa y alertó de la llegada de este barco que traía “mucha gente”, como pudieron observar.

En ese momento se activó el dispositivo que hizo que al “Punta Salinas” se sumara un barco de la Guardia Civil y otro de Salvamento Marítimo para escoltar a los inmigrantes hasta el muelle de Los Cristianos, en donde Cruz Roja instaló su hospital a pie de playa.

Según las estimaciones de la Guardia Civil, parece ser que este cayuco es senegalés y más grande que los últimos que han alcanzado la costa tinerfeña.

Tal y como adelantó este periódico, los organizadores del negocio intentan burlar la vigilancia, y las salidas ahora se realizan en pequeños grupos, como si fueran de pesca y se unen al cayuco grande en alta mar.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)