Mercosur enfrenta amenaza del hambre y expulsión de inmigrantes en Europa
Prensa Libre, 30-06-2008
TUCUMAN, Argentina (AFP) –
Gobernantes de los países del Mercosur y sus asociados debatirán cómo enfrentar el fantasma de una crisis alimentaria y revivir el anémico proceso de integración, sin olvidar la amenaza de expulsión de millares de inmigrantes en Europa, al sesionar lunes y martes en Tucumán, al norte de Argentina.
Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina participarán como miembros plenos del bloque, que tiene a Venezuela con voz pero sin voto aún, en tanto que asistirán como es habitual los socios de Chile, Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia, además de México como invitado a la XXXV Cumbre en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, acaba de proclamar que “la principal causa de la escasez de alimentos en el mundo es la mala distribución de la riqueza a causa de los oligopolios, los organismos de crédito y la falta de acceso a los mercados”, sufridos por las naciones periféricas.
Pero la política de seguridad alimentaria de la mandataria anfitriona en esta capital provincial, a 1.300 km al norte de Buenos Aires, basada en los impuestos a las multimillonarias exportaciones está en jaque en el frente interno, donde bulle una rebelión de agricultores apoyada por la oposición.
Incluso en las reuniones preparatorias de la Cumbre, Argentina no ha podido convencer a sus socios de formar un frente común para implantar tributos a las ventas externas que pongan freno al alza de los precios de los alimentos.
Una estrategia diferente frente al espectro del hambre la puso en claro el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, al oponerse de hecho a controles y regulaciones de precios.
“Cuanto más produzcamos, más seguridad alimentaria tendremos. Con precios justos se podrá exportar más”, dijo Lula, quien postula a su país como nuevo granero del mundo, lugar que dejó de ocupar Argentina hace 100 años.
Hablar del hambre será poner el dedo en la llaga en Tucumán, la poblada provincia norteña (1,4 millón de habitantes) que fue noticia en todo el orbe en la gran crisis de 2001 cuando los niños morían por desnutrición en sus hospitales.
El distrito que fue gran polo de producción azucarera de América latina y que reconstruyó su economía con los cítricos y la codiciada soja, recibirá a mandatarios de gobiernos atribulados por turbulencias internas y externas.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, será uno de los más interesados en la declaración de condena del Mercosur y sus socios contra la Directiva de Retorno aprobada por la Unión Europea (UE), bautizada por él como “De la vergüenza”, para arrestar y expulsar a inmigrantes indocumentados.
Decenas de miles de ecuatorianos radicados en Europa apoyan a sus familias de origen con divisas y colaboran de hecho en el sostén de la economía.
“Cuando algunos latinoamericanos buscan mejorar sus condiciones de vida en Europa enfrentan la discriminación y el racismo”, dijo el domingo a la prensa argentina el presidente de Bolivia, Evo Morales, otro mandatario con tribulaciones por demandas internas de autonomía.
En las antípodas de semejante política que parece tratar como criminales a los residentes sin papeles, el Mercosur aprobará en Tucumán una norma que elimina el uso de pasaportes para circular por las 10 naciones del bloque y sus asociados, sin xenofobias ni racismos.
La medida revitalizará la frágil unión sudamericana tanto como el anunciado aliento a la integración productiva que firmarán los presidentes.
En cambio, el lanzamiento del Código Aduanero será postergado hasta tanto asuma el presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, quien deberá fijar postura en este tema sensible a su país, de fuerte tránsito de mercancías, dijo a la AFP una fuente diplomática de la Cumbre.
Tampoco avanzó el ingreso pleno de Venezuela, pero menos en virtud de la luz verde que deben dar los parlamentos de Brasil y Paraguay que por la necesidad del gobierno de Hugo Chávez de proteger industrias y negocios nacientes por primera vez en su historia, según la fuente.
Sin embargo, señal de que la integración es una meta firme la dio el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, al señalar el deseo del Mercosur y la Unión Sudamericana de Naciones (UNASUR) de sumar a México.
Y la presidenta de Chile, Michele Bachelet, quien tiene también el frente interno agitado por protestas educativas, encabezará una cumbre de la UNASUR en Tucumán, sede de la reconstruida casa histórica donde se declaró la independencia argentina en 1816.
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