INMIGRACIÓN
Miedo a las redadas masivas
Los inmigrantes denuncian acoso policial y critican el cambio en la política del Gobierno
Público, , 30-06-2008Dos y media de la tarde. Sevilla. El termómetro marca 39º. Hay miles de sitios libres para aparcar. El locutorio de la calle Doctor Leal Castaño comienza a llenarse. Omar, el encargado durante el verano, no se ha enterado de la redada policial contra inmigrantes sin papeles en Torre Pacheco (Murcia), donde fueron detenidos 58 extranjeros el pasado viernes, durante un control en el que se identificaron 301 personas, según la Delegación del Gobierno. La Asociación de Trabajadores Marroquíes en España eleva la cifra hasta 1.000 y denuncia que fue toda una “caza al inmigrante”.
“Tengo dos compañeros míos que sienten pavor a la policía. No tienen papeles y, si los devuelven, arruinarán sus vidas”, explica Omar. Ahora, además, nos pueden detener hasta 18 meses. Es una vergüenza. No somos animales, tenemos derechos", lamenta Omar y critica la archiconocida como directiva de la vergüenza, aprobada por el Europarlamento y que permite retener a los inmigrantes sin papeles hasta un año y medio.
“Es la caza del inmigrante”, coincide Omar. Él es de Tetuán (Marruecos), tiene 28 años y estudia Arqueología en la Universidad de Sevilla. Su situación está en regla y, aun así, no ha perdido el miedo que sentía cuando la policía lo trataba “como a un delincuente”. No teme sólo por él, que al fin y al cabo tiene papeles para defenderse de los prejuicios, sino por sus amigos y vecinos.
“Los partidos tienen que hablar entre sí. No hay derecho a que de un día para otro la policía entre en tu casa y te expulse como a un ladrón”, asegura Mohamed, un marroquí de 24 años. Considera que el Gobierno socialista ha dado un giro equivocado. “Zapatero, antes de las elecciones, era uno; ahora es otro. Antes todo eran promesas de garantías, seguridad; ahora, te sacan de tu casa y, si quieren… te pueden tener 18 meses en una cárcel, porque esos centros son cárceles”, recalca Omar.
Indignación
En el barrio del Raval, en Barcelona, el miedo de los sin papeles y la indignación ante ciertas leyes es algo tan habitual como la densa placidez de los domingos a mediodía. Habib, un paquistaní residente en España desde hace cinco años, explica el caso de un primo suyo sin papeles: “No puede encontrar trabajo y se pasa el día encerrado en casa viendo la televisión por miedo a la policía”, explica. “Si alguna vez sale a la calle, en cuanto ve a un policía se vuelve a casa. Y además llevo cinco meses sin trabajar porque nadie me da faena por la crisis”, añade. Sahoni, dominicana, explica la situación de una amiga. “Vive mal, está aterrada y tiene miedo de salir, de que pueda venir un mosso y deportarla”.
También la brasileña Nely Oliveira sintió pavor hace diez días cuando, según su denuncia ante un juzgado madrileño, una veintena de policías hizo una “redada masiva” en el bar que regenta. “Buscaban sin papeles”, explicó Pilar, responsable de una ONG española que se hallaba en el lugar y que criticó que la actuación policial fue “desmedida”.
Pese a la indignación, los inmigrantes quieren a España y participan de sus costumbres. Y prueba de ello es la camiseta de la selección que ayer llevaba Omar: “Vamos a ganar”.
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