El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro francés, François Fillon, aseguraron ayer que las conversaciones para sacar adelante un pacto sobre inmigración ampliable a toda la Unión Europea están avanzadas y afirmaron que, sin duda, se sellará. Pero evitaron, por ahora, fijar una fecha concreta. En los últimos días se planteaba la posibilidad de que la cumbre transfronteriza que celebraron en Zaragoza los dos dignatarios europeos sirviera para cerrar una propuesta común al respecto. Rodríguez Zapatero subrayó, sin embargo, que no era el objetivo prioritario del encuentro, organizado para la firma de un acuerdo histórico por el que se reforzará la interconexión eléctrica con el país vecino.

Pese a todo, ambos dirigentes hablaron de «avances sustanciales» y coincidieron en que el futuro pacto debe sustentarse en tres principios: defensa de la inmigración legal, firmeza contra la ilegalidad y máxima entrega política a la cooperación con los países de origen como acción preventiva. España insiste en que el contrato de integración para inmigrantes que Francia quería incluir en el documento no está ya sobre la mesa. El Gobierno socialista lo rechazó cuando el Partido Popular lo propuso en campaña electoral. No obstante, Fillon fue algo más ambiguo y se limitó a asegurar que el texto final responderá a la voluntad de «todos» los Estados miembros.

Lo que sí alumbró la cita fue una declaración conjunta para actuar contra la piratería en las costas de Somalia. Ambos países se comprometen a establecer «lo antes posible» una coordinación de medios militares, navales y aéreos y a proporcionar al Estado africano asistencia técnica para garantizar la seguridad marítima. Rodríguez Zapatero señaló, en todo caso, que aún es pronto para decir qué medios aportará España a esta misión, y endosó al Estado Mayor de la Defensa la concreción del acuerdo.