El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, reconoció ayer que en España hay un gran número de inmigrantes irregulares, aunque dijo que «las cifras se están acotando». Ante esta situación, anunció medidas «más estrictas» tanto para los inmigrantes irregulares como para los que están en situación regular.
Corbacho, que participó en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, aseguró que no se puede «tener hoy la misma visión de la inmigración que hace un año». Es por eso que apordó la futura reforma de la Ley de Extranjería, que describió como «ajustada» y «muy acotada».
Entre las medidas que anunció ayer el titular de Inmigración se encuentra una posible restricción de la reagrupación familiar. En este sentido, recordó que se trata de una «reflexión» que plantea limitar el derecho de reagrupación al «núcleo familiar» compuesto por el matrimonio y los hijos menores de edad.
Además, reiteró su intención de dar el permiso de trabajo implícito en la reagrupación de los mayores de 16 años de edad, y retomó su planteamiento sobre limitar en el tiempo la reagrupación de los niños en edad escolar para evitar que se matriculen empezado el curso. Corbacho justificó esta medida con el argumento de que «en una escuela de Primaria el problema no son las nacionalidades», aunque consideró que este hecho sí que puede repercutir en el rendimiento escolar. El titular de Inmigración aseguró que si permiten que los menores, que van llegando a España se vayan incorporando a las escuelas fuera del plazo de matriculación», esto afectará a la enseñanza, abocandola así «al fracaso».
Por otra parte, el ministro respondió sobre el asalto de extranjeros que sufrió el puesto fronterizo en Melilla: «Hay que mantener la verja y el control, con lo que ello significa, sin perder de vista lo que está pasando al otro lado».