El Gobierno ha reforzado todo el perímetro fronterizo que delimita Melilla y Marruecos tras las dos últimas avalanchas de inmigrantes que se registraron este fin de semana, destinando a la vigilancia de la alambrada más patrullas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Fuentes de la Delegación del Gobierno informaron ayer, en declaraciones a Efe, de que esta medida supone extender a toda la frontera el refuerzo que inicialmente se estableció el domingo en el puesto fronterizo de Beni – Enzar, aunque no han confirmado si se prevé que pueda haber más intentos de entradas masivas en las próximas horas.

La Delegación del Gobierno no ha informado de si existen bolsas de inmigrantes subsaharianos en las inmediaciones de Melilla , al apuntar que esta cuestión escapa de las autoridades españolas y es responsabilidad de Marruecos, cuya colaboración en el segundo asalto a la frontera permitió una mayor capacidad de reacción a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas.

Las mismas fuentes han apuntado que la normalidad tanto en el paso de Beni – Enzar como en la triple valla es «absoluta», ya que tanto el tráfico de vehículos como de personas por los cuatro puestos fronterizos se desarrolla con normalidad.

El último asalto, protagonizado por una veintena de indocumentados, se produjo el domingo por la anoche, durante el lanzamiento de penaltis del partido de la Eurocopa España – Italia, con el objeto de aprovechar un supuesto relajamiento en la vigilancia fronteriza por parte de los agentes españoles, que no se dio porque, según la Delegación del Gobierno, estaban «prevenidos» tras la avalancha de la madrugada anterior.

Los dos últimos intentos de entrada de inmigrantes se diferencian de los que se han registrado en los últimos años en que los inmigrantes no han saltado la alambrada, sino que han entrado a la carrera y arrollando todo lo que han encontrado a su paso, debido a que en esa zona el perímetro fronterizo está reforzado por dos vallas de seis metros con un entramado de alambres de acero en el centro denominado sirga tridimensional.

Agentes destacados en la zona destacan el buen clima de cooperación que se vive en la actualidad con las autoridades marroquíes, una vez superada la crisis de asaltos a las vallas de Ceuta y Melilla de 2005, que desembocó en un conflicto diplomático. En este sentido, destacan que el control policial por parte de Marruecos de las bolsas de subsaharianos que se concentraban en los montes cercanos a la verja, unido al refuerzo de ésta – se dobló la altura y se la precedió de la sirga tridimensional – acabaron prácticamente con los intentos de salto de la valla.

Por su parte, las asociaciones de inmigrantes avisaron ayer que se producirán más avalanchas de subsaharianos durante los meses de verano aunque se refuercen los puestos fronterizos con Marruecos. En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Federación de Refugiados e Inmigrantes de España (Ferine), Victor Saéz, afirmó que «las condiciones climatológicas favorecen las llegadas de cayucos y los intentos de saltar a Ceuta y Melilla».