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Un incendio provoca la polémica sobre las condiciones de retención de inmigrantes en Francia
La Voz de Galicia, , 24-06-2008| Intercambio de acusaciones entre asociaciones y Gobierno
El incendio provocado del mayor centro de internamiento de inmigrantes de Francia ha desembocado en un agrio debate entre la derecha gobernante, la oposición y las asociaciones de defensa de los sin papeles. El portavoz de la gobernante UMP, Frederic Lefebvre, ha pedido medidas judiciales contra la asociación Educación sin Fronteras, que a su vez responsabiliza de lo ocurrido al jefe del Estado y a su ministro de Inmigración.
El fuego se inició a primera hora de la tarde del domingo en el interior del establecimiento, al mismo tiempo que la organización se manifestaba en el exterior. El motivo de la protesta, la muerte de un indocumentado turco de 41 años, oficialmente por un paro cardíaco. Algunos de los 249 retenidos prendieron los colchones, y las llamas se propagaron con rapidez hasta ocasionar unos daños evaluados en siete millones de euros. No hubo heridos graves, aunque varias personas tuvieron que recibir atención hospitalaria. Tras varias horas de confusión, la Prefectura confirmó que solo se había producido una evasión.
Las condiciones de retención en el centro de Vincennes, en la periferia de París, han sido denunciadas en reiteradas ocasiones por los colectivos de defensa de los inmigrantes . «Tras varias tentativas de suicidio y automutilación, su situación no es aceptable en un país democrático», denuncia Pierre Henry, director de Francia Tierra de Asilo.
A la petición de «firmeza» de Lefebvre con Educación Sin Fronteras ha seguido un duro comunicado de la asociación: «Los responsables del incendio de Vincennes son aquellos a los que el señor Lefebvre sirve con tanto reconocimiento, los señores Hortefeux y Sarkozy», cuya política condena a los indocumentados «al terror cuando están libres y a la completa desesperación cuando están internados en espera de expulsión».
Trato inhumano
Brice Hortefeux, ministro de Inmigración, anunció la semana pasada un aumento del 80% de las expulsiones. Considera que el incendio es «una de las numerosas ilustraciones de las consecuencias dramáticas de la inmigración irregular».
Para los socialistas, «lo que demuestra es que no se puede tratar a los inmigrantes de forma inhumana». Los comunistas ven «el síntoma de una política de cifras donde lo esencial es ensañarse con los sin papeles» y han convocado para hoy una manifestación en el lugar del siniestro.
Existen en toda Francia 27 centros en los que los indocumentados esperan el momento de la expulsión. Fueron creados en 1981 con una capacidad máxima fijada en 140 personas. El Gobierno prevé ampliar las 1.700 plazas actuales a más de 2.000 el año próximo.
Al margen de la polémica sobre las condiciones de internamiento, también está en cuestión su seguridad. Dos sindicatos policiales denuncian que cuando se inició el incendio solo había diez funcionarios.
Exámenes en Alemania
Mientras, en Alemania la polémica viene servida por el plan del Ministerio del Interior de imponer desde septiembre un examen a los extranjeros que quieran acceder a la nacionalidad.
El catálogo de preguntas está en estudio e incluye 310, de las que se seleccionarán 33. De ellas, el candidato deberá acertar 17 para lograr el aprobado.
Entre las preguntas que estos días circulan por los medios las hay de carácter general, como el año de la fundación de la República Federal de Alemania, o administrativas, como el número de estados federados que forman el país.
Los defensores de la propuesta de Interior sostienen que en la mayoría de los países comunitarios ya se exige al solicitante aprobar un examen parecido. Sus detractores, desde partidos de la oposición a colectivos de extranjeros, sostienen que se trata de una especie de «examen de conciencia», en el que hay que demostrar unos conocimientos que no se exigen a los propios alemanes.
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