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México se ha convertido en los últimos años en destino o punto de paso de miles de cubanos que escapan de la isla clandestinamente y que buscan llegar a Estados Unidos acogerse a la denominada ley “pies secos – pies mojados”, que otorga asilo a los isleños que no sean interceptados en el mar.

La zona norte del estado mexicano de Quintana Roo (este), donde se encuentra Cancún y separado de Cuba por el Canal de Yucatán, es el principal punto de llegada de los balseros cubanos que arriesgan la vida en frágiles embarcaciones.

En las costas de Cancún fueron detenidos los 33 cubanos que el pasado 12 de junio fueron espectacularmente “rescatados” por un comando armado cuando eran conducidos a una estación migratoria de Chiapas (sureste) y 18 de los cuales fueron localizados el jueves en Texas, Estados Unidos.

El número de cubanos en situación ilegal detenidos en México pasó de 195 en 2002 a 2.504 en 2005 tan sólo en el estado de Quintana Roa, según cifras del Instituto de Migración (INM), mientras que en 2006 disminuyó a 1.582, a 936 en 2007 y en el primer semestre de 2008 sumaban 208 en ese distrito.

Organizaciones no gubernamentales de auxilio a migrantes han denunciado que los ciudadanos cubanos permanecen detenidos en condiciones infrahumanas en instalaciones del INM, donde además tiene que pagar multas superiores a la de otros indocumentados detenidos en territorio mexicano.

Las autoridades consulares cubanas por regla general no atienden los llamados de las autoridades migratorias para identificar a sus ciudadanos, según esas organizaciones.

Ante la problemática para controlar el flujo de cubanos que llegan a este país, México y Cuba negocian desde marzo pasado un acuerdo migratorio para garantizar un flujo legal, seguro y ordenado de isleños y que se espera sea firmado en septiembre próximo.

Organizaciones de residentes en México estiman el número de cubanos que vive en este país de forma legal en más de 50.000.