| MADRID

El 1 de julio se reunirán en Génova las asociaciones de inmigrantes para redactar un documento contra las decisiones del Parlamento Europeo, que castigan con prisión a los ‘sin papeles’. En Ecuador y varios países latinoamericanos ayer hubo protestas.

El anuncio del gobierno español de modificar a fines de año la Ley de Extranjería para eliminar el derecho de reagrupar a los ascendientes de los inmigrantes y restringirlo solo a los hijos menores de 18 años y cónyuges, preocupa a la dirigencia de inmigrantes en España y a sus familiares en Ecuador.

En tanto, la organización de migrantes Rumiñahui y la Coordinadora Política de las Mujeres Ecuatorianas realizaron ayer en Quito protestas por los alcances de la Directiva de Retorno, aprobada por el Parlamento Europeo.

Las reformas que se anuncian dentro de España y en la UE dan a migrantes un escenario de temor.

Anabel López sintió un aguijonazo el día en que José Andrés, el menor de sus tres hijos, le dijo que regresaba a Balzar. El pequeño pasó su infancia bajo el cuidado de Eloy López, su abuelo. Sin sus mimos la convivencia en Barcelona se tornó en pesadilla.

El recuerdo de esas palabras cambian el semblante de esta empresaria ecuatoriana que relató el vía crucis que debe enfrentar para conseguir la reagrupación de su padre, un septuagenario amante del trabajo comunitario.

El Consulado de España en Quito le negó por dos ocasiones el visado. 
En estos días, López tramita el documento por tercera ocasión. No se da otra alternativa. Si su progenitor no viaja a Barcelona, el niño tampoco lo hace.

El anuncio del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de modificar a fines de año la Ley de Extranjería para eliminar el derecho de reagrupar a los ascendientes de los inmigrantes y restringirlo solo a los hijos menores de 18 años y cónyuges preocupa a quienes como López son clave en el entorno familiar al acoger a sus nietos mientras sus hijos afrontaban un éxodo involuntario en busca de un porvenir mejor.

Para Vladimir Paspuel, de la Asociación Rumiñahui, la propuesta “está fuera de la realidad porque esos niños y niñas criados por sus abuelos necesitan tener esa persona de referencia”. “No se puede cortar ese vínculo familiar”.

La investigadora Jéssica Retis explica que con la emigración se quiebra la cadena de reproducción social. “Cuando las madres ecuatorianas salen de sus entornos nucleares, la cadena de cuidados se transforma, la relación afectiva y de cuidado se desdibuja y se recompone hacia los abuelos. Si las políticas inciden en esa ruptura se generará una problemática”.

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, sostiene que España en un escenario de reajuste económico no puede acoger a un conglomerado de personas improductivas y que supondrían un riesgo para la sostenibilidad de la prestación de servicios. “Habrá excepciones”.

Los visados de reagrupación de ascendientes representan un pequeño porcentaje del total de documentos aprobados. Abundan las denegaciones. “Aunque en Madrid se aprueba la residencia previa tras comprobar que quien tramita la reagrupación cumple con las condiciones que marca la ley; en Ecuador se verifica que la persona por reagrupar cumple con los requisitos para marcharse”, explica el cónsul Antonio González – Zavala.

La delegación diplomática resuelve no aprobar el visado porque el potencial emigrante se encuentra, en ocasiones, “en plena edad laboral, dispone de propiedades o cobra una pensión”, por lo que es evidente que no existe “dependencia económica” del residente en la Península, requisito indispensable que marca la legislación vigente.

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Abuelos migrantes

Reagrupación
La dirigencia de ecuatorianos en España defiende el traslado de niños con sus abuelos. Ese país, en cambio, dice no poder afrontar ese peso social.