Ya son 700.000 más que el año pasado. En total, 5,2 millones de extranjeros residiendo en una España que da cobijo a 46 millones de personas, según los resultados provisionales del Padrón Municipal correspondiente al pasado 1 de enero dados a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En Catalunya el saldo es de 125.000 extranjeros más en una población que ha crecido en casi 144.000. Los no españoles que viven en la comunidad han superado por primera vez el millón, pasando a ser prácticamente uno de cada siete residentes.

Cuando todo hacía pensar que el fenómeno migratorio iría a menos en España, las cifras del Padrón Municipal han sorprendido con un importante ascenso de nueva población inmigrante debido, principalmente, a la masiva llegada de rumanos, ciudadanos de la UE de los 27 desde el 1 de enero del año pasado y que como tales no precisan de permiso de residencia.

Y es que sólo en el 2004 llegaron más extranjeros a España que el año pasado. Entonces lo hicieron 706.384 y en el 2007 el saldo neto fue de 701.023. En el año 2006 el resultado de restar los inmigrantes retornados a los recién llegados había sido de 338.023 y todos los expertos aventuraban que en una situación económica con una coyuntura que comenzó a ser desfavorable después del verano las cifras tendrían necesariamente que descender.

También se ha barajado en los últimos meses la idea de que las oportunidades económicas que ahora se abren para los nuevos países miembros de la UE, como Rumanía y Bulgaría, mermarían en cierta medida sus colectivos en España. Pero la realidad de las cifras es justo la contraria. El primer día de este año habían llegado al país 200.000 rumanos -ya son con 728.000 la comunidad nacional más numerosa-y 30.000 búlgaros más que 12 meses atrás.

Sólo paraguayos son 20.000 los que se han inscrito en los ayuntamientos en un año. Ya son, según el padrón, 66.710 los nacionales de Paraguay que residen en España y sólo 15.000 tienen tarjeta de residencia, si nos atenemos a las estadísticas del Ministerio de Trabajo e Inmigración. La magnitud de las cifras de nuevas entradas contrasta con las que ha manejado el Departamento que dirige Celestino Corbacho en los últimos días. Su plan para incentivar económicamente el retorno – entre ellas, la capitalización de subsidios- prevé que se marchen entre 15.000 y 20.000 inmigrantes , lo que significa una ínfima parte de las nuevas llegadas.

El saldo entre las últimas cifras del INE y las de tarjetas de residencia que ofrece Trabajo referidas al 31 de marzo pasado muestra la existencia de al menos 340.000 inmigrantes sin documentación entre las 20 nacionalidades con mayor presencia en España. Y son muchos los irregulares que todavía prefieren no incribirse en el padrón municipal por miedo a que la Administración tenga noticia de su presencia.

El pasado 1 de enero había en España 862.774 habitantes más que un año atrás. Y 700.000 habían venido de fuera.