La delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, echó ayer mano de los números para intentar evitar la alarma tras el repunte en la llegada de cayucos a las costas canarias en los últimos días. Según las cifras que ofreció, en los últimos seis meses han llegado a las Islas 1.000 inmigrantes menos que en las mismas fechas del año anterior.

Emtre enero y junio de este año, el número de inmigrantes irregulares que ha alcanzado las Islas a bordo de cayucos o pateras asciende a 3.469, lo que significa un total de 1.178 personas menos que el mismo periodo del pasado año, en que lo hicieron 4.647 inmigrantes.

Darias facilitó estas cifras al ser preguntada por el alto número de inmigrantes que han alcanzado las islas en esta última semana, que consideró importante, en el transcurso de una rueda de prensa ofrecida para informar de la desarticulación de una banda de traficantes de drogas que operaba en Canarias, Madrid y Cataluña.

La delegada del Gobierno destacó el esfuerzo que efectúa el Ejecutivo español con su política migratoria, que recordó que se sustenta en la regulación de la entrada de inmigrantes con contratos de trabajo y en la repatriación de los irregulares a sus países de origen. Recalcó en este sentido que España es el país que más repatría de la Unión Europea.

También aludió Carolina Darias a la política de cooperación y a la diplomacia desarrollada por el Ejecutivo español en los países africanos y se refirió a la nueva directiva europea sobre inmigración.
En este sentido, aclaró que España seguirá aplicando su normativa porque mejora a la europea, aunque dijo que adaptará aquellos aspectos que favorezcan los derechos de los inmigrantes.

En cuanto al retraso sobre la comunicación por parte del Gobierno de Canarias de la muerte de cuatros inmigrantes que fallecieron esta semana tras llegar a las islas, dijo que lo importante es lamentar la pérdida de vidas humanas.
«Si hay que buscar mejores mecnismos se mejorarán, pero no hay que buscar más allá de donde no se puede encontrar», subrayó Darias, quien dijo que lo importante es que la información «fluya por los cauces adecuados y, si esto no se produce, habrá que intentar que quien la tiene que producir, lo haga».

Desde el pasado martes han llegado a las Islas un total de 466 inmigrantes – casi 60 de ellas menores de edad no acompañados – a bordo de siete cayucos, de los que cuatro fallecieron en centros de Tenerife.

El Gobierno de Canarias teme que el buen tiempo y el que haya finalizado el paro biológico decretado en Mauritania – lo que facilita la salida de embarcaciones al mar sin vigilancia – provoque un aumento importante de arribadas de cayucos a las Islas en estos meses de verano. Por eso, el consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad del Ejecutivo autónomo, José Miguel Ruano, ha señalado que están «expectantes», porque entienden que España debe lanzar «mensajes claros» de que «ésta no es la vía para entrar en el país».

Asimismo, Ruano considera que es importante que los países de la Unión Europea se impliquen en este asunto y contribuyan a fortalecer a Frontex, que en este momento sólo cuenta con la Guardia Civil en las costas mauritanas y con un pequeño avión alemán para todo el dispositivo de vigilancia.