SOCIEDAD

«La llegada de inmigrantes sin control dificulta su integración»

El Correo, 21-06-2008

Carlota Solé es una estudiosa del fenómeno de la emigración desde su cátedra de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Autora de una docena de obras sobre el asunto, considera que la emigración es un hecho «inevitable, además de necesario». El flujo migratorio, asegura, provoca «una sociedad multiétnica y pluricultural» que obligará a los ciudadanos a un ejercicio de sensatez para recolocarse ante el nuevo panorama. Los primeros encontronazos se producen ya en los niveles más populares de la población, donde los nativos deben competir con los recién llegados por las viviendas, los trabajos y hasta por un puesto en la cola del médico. Al final, las diferencias tienen más que ver con el nivel económico que con el color de la piel.

- En España ya hay 5,22 millones de extranjeros. ¿Qué le sugiere este dato?

- Que caminamos hacia una sociedad multiétnica y pluricultural. No sólo de extracomunitarios. Los británicos y alemanes forman importantes poblaciones entre nosotros. Algunos plantean ya pequeños problemas, como los alemanes en Calvià (Mallorca), que sólo rotulan los carteles en su idioma. O líneas aéreas como Air Berlín que no se dirigen a su pasaje ni en catalán ni en castellano. Esto va a a ser así. Los europeos deberemos aprender tres o cuatro lenguas… y los de fuera, también.

- En nuestras calles se mezclan caras, colores y ropajes muy distintos.

- En efecto, la fisonomía de las sociedades europeas ha cambiado. Es preciso realizar un gran esfuerzo de integración.

- Aunque la Unión Europea haya decidido esta semana poner freno a la emigración.

- Es que la llegada sin control de inmigrantes obstaculiza la integración de los que habían llegado antes. Esto no hace más que agravar los problemas de los ilegales.

- ¿No le parece que quienes más sienten la inmigración son los ciudadanos con menos recursos?

- Así es. Los recién llegados compiten ilegalmente y provocan una percepción negativa en la población. Compiten con personas que no han sido educadas en acoger a personas distintas. Venimos de una cultura monolítica y eso es difícil de cambiar.

- Y tanto…

- Los problemas se dan en barrios obreros. Allí los inmigrantes compiten por el trabajo, por la vivienda, por las ayudas sociales y sanitarias que proporciona el Estado de bienestar…

- ¿Cómo imagina el futuro?

- Soy optimista. En la medida en que los llegados hace unos años se integren en la tierra de recepción, todo será más fácil, habrá mayor integración… También algunos desajustes, porque los inmigrantes deberán cambiar en parte sus costumbres. Algunas, que atentan contra los Derechos Humanos, son directamente perseguibles.

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