Los rumanos desbancan a los marroquíes y son ya el colectivo con mayor presencia / En Baleares, el 20% de la población es de fuera La frialdad de los datos no deja lugar a dudas: ocho de cada 10 nuevos empadronados en España durante 2007 fueron extranjeros. El runrún de las cifras hechas públicas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) coincide en el tiempo con el anuncio del Gobierno de que a finales de año va a reformar – el fino eufemismo que esconde un endurecimiento – la Ley de Extranjería para frenar la llegada de inmigrantes. Algo que, por ahora, parece difícil de lograrse a tenor de las cifras: con fecha de 1 de enero de 2008, la población empadronada en España creció en 862.774 personas, de las que 701.023 son de origen extranjero y 161.751, español. En porcentaje, eso significa que el 81,25% de los nuevos vecinos no nació en España, frente al 11,79% de los que sí.

El total.

El número de extranjeros inscritos en 2007 en los ayuntamientos o en las juntas municipales fue de 5,22 millones, frente a los 4,51 que había el año anterior. Estar empadronado supone la vía para acceder a la sanidad y a la educación, independientemente de que los inmigrantes estén legales o no en el país.

La estadística histórica.

Retrocediendo en el tiempo se comprueba el enorme incremento de la población extranjera en 2007. Nunca antes ha habido tantos no nacionales empadronados en nuestro país, ni tan siquiera en los primeros años de la anterior legislatura ni en los últimos de la del PP, coincidiendo con los periodos en los que más se abrió la mano a las regularizaciones masivas. En 2006, hubo 375.388 nuevos extranjeros empadronados; en 2005, 413.556; en 2004, 696.284; en 2003, 686.222; en 2002, 607.289 y en 2001, 446.778.

La procedencia.

La moratoria laboral impuesta hasta 2009 por el Gobierno de Zapatero hacia los nacionales de Rumanía y Bulgaria tras el ingreso de estos países en la UE no ha supuesto un freno para la llegada de estos inmigrantes, sino todo lo contrario. Los rumanos son ya la comunidad con mayor presencia en España, desbancando a los marroquíes. Tan sólo en 2007 llegaron a España 201.948 rumanos, un 38,3% más que en 2006. La cifra de nacionales de ese país que han atravesado media Europa para cruzar nuestras fronteras se eleva ya a 728.967.

En el caso de los búlgaros, su presencia no ha crecido tan exponencialmente como la de sus vecinos del Este: hay empadronados 153.664, un 25,9% más que en 2006. Al colectivo rumano le siguen en número los marroquíes, con 644.688 empadronados; los ecuatorianos, con 420.110; los británicos, con 351.919, y los colombianos, con 280.705.

El caso balear.

La proporción de ciudadanos extranjeros sobre el total de la población residente en España se situó en 2007 en el 11,3%. Destaca el caso de las Baleares, donde uno de cada cuatro residentes (el 20,8%) es extranjero. A las islas le siguen, en cuanto a mayor proporción de extranjeros, la Comunidad Valenciana (16,7%) y la Comunidad de Madrid (15,9%).

La reacción política.

Desde el Ministerio de Trabajo e Inmigración no quisieron valorar las cifras ofrecidas ayer por el INE por no ser de su competencia. El portavoz de Inmigración del Partido Popular, Rafael Hernando, consideró que los nuevos datos del padrón municipal demuestran que «el efecto llamada ha estado presente en toda la legislatura socialista, de forma muy intensa en los dos últimos años. El Gobierno tiene que reconocer sus fracasos y plantear cambios ante una situación muy preocupante».

Para Hernando, las restricciones que prepara ahora el Ejecutivo tampoco van a servir de mucho. «Los flujos migratorios no se gestionan pasando del papeles para todos a maletas para todos», señala el diputado popular, que calcula que, además de los 5,22 millones de extranjeros empadronados, hay más de un millón de inmigrantes sin papeles en España, una cifra similar a la ofrecida recientemente por Comisiones Obreras y que el Gobierno niega.

elmundo.es

Documento:

Los nuevos datos del padrón municipal.