No resultan alentadoras las noticias que llegan de Bruselas. Si hace unos días se nos ponían los pelos de punta al saber que quieren ampliar la jornada laboral a 65 horas semanales, ahora nos quedamos de piedra al conocer que los Sarkozy , Merkel , Zapatero , Berlusconi y Gordon Brown proyectan su particular Guantánamo, al más puro estilo Bush , después de hacer piña para echar a los inmigrantes sin papeles. Un claro síntoma del retroceso que vive Europa en materia de derechos y libertades individuales, los mismos que en su día contribuyeron a forjar la Unión. No es de extrañar que Irlanda uno de los países con mayor porcentaje de jóvenes quiera desmarcarse de esta vieja Europa, que desde la entrada en vigor de la moneda única no deja de abofetearnos, ya sea en nombre del euro, el euríbor o la eurodiesel. “Hemos pasado de matarnos por las ideas a no mover el culo por nada”, reflexiona el filósofo Ortiz-Osés . Los precios se disparan por encima de los salarios; los transportistas se echan a la calle y los voceras de la tele, progres de antaño, les criminalizan para defender a un gobierno que, con mucho talante, no duda en echar a la Policía a la calle para dar caña a los camioneros. Y mientras tanto, los sindicatos callan y esconden la cabeza, cual avestruz, ante los problemas de pescadores, agricultores, transportistas, ganaderos… y de cualquier trabajador llámese autónomo, que no contribuya a engrosar su caja de resistencia. ¿Dónde quedó la liberté, igualité… y solidarité ?