E. PRESS, Bruselas

La Comisión Europea expresó ayer su respaldo a la creación de un contrato de integración para los inmigrantes que los obligaría a aprender la lengua y respetar los “valores europeos fundamentales”, una idea que fue defendida por Francia y a la que se opone España.

El Ejecutivo comunitario reclamó además a los Estados miembros que eviten las regularizaciones masivas. Ambas ideas aparecen recogidas en el decálogo de principios para desarrollar la política de inmigración de la UE presentado ayer por el Ejecutivo comunitario. El contrato de integración y el rechazo de las regularizaciones masivas aparecían en el borrador inicial del Pacto Europeo de Inmigración promovido por Francia y que se firmará en las próximas semanas. Las dos cuestiones incomodaban a España, especialmente el contrato de integración, que fue defendido por el presidente del PP, Mariano Rajoy, durante la pasada campaña electoral.

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Jacques Barrot, explicó que el documento presentado por Bruselas “no se opone” al Pacto Europeo de Inmigración, sino que es una iniciativa “complementaria”. Los diez principios que propone Europa para desarrollar la política de inmigración se agrupan en tres grandes pilares: prosperidad, solidaridad e inmigración.

El Ejecutivo comunitario apuesta además por reforzar la Agencia Europea de Gestión de Fronteras (Frontex), y especialmente de los poderes de que dispone para lanzar operaciones de control de fronteras en zonas expuestas a una gran presión migratoria. Paralelamente, la Comisión adoptó ayer un plan de política de asilo, que enumera una serie de medidas para rematar la segunda fase del Sistema Europeo Común de Asilo. La principal novedad es la propuesta de crear una Oficina Europea de Apoyo en Cuestiones de Asilo.