AQUI / NO HAY PLAYA
Inmigrantes, excedente orgánico
El Mundo, , 18-06-2008Toda crisis económica trae cosido un cierto rencor de excedente social. El estado del bienestar (que es la versión Disney de la puta vida) se ha confeccionado con los braceros de la inmigración, pero eso no se suele decir en las grandes cumbres del despilfarro. Ahora, cuando los alacranes del miedo se apoderan de los bancos, los fugitivos de la nueva servidumbre empiezan a sobrar. Los náufragos de la globalización siguen siendo los mismos parias de siempre, la imagen mal afeitada del primer mundo, ese otro yo que va en harapos y que nunca será como nosotros. Ha llegado el momento de segar a aquellos que en los últimos años han propiciado que el muladar español lo fuera algo menos y tuviera la mecánica bien engrasada. Los inmigrantes pasan por ser considerados delincuentes, pedigüeños o fuerza de trabajo en el otoño del capitalismo. España es una madre agria.
La oda del inmigrante se resume en un sótano y una repatriación. Son los que se han dejado la primera capa de la piel en los invernaderos, en los huecos de las escaleras, en el torno y en la compostación de la mierda, para reunir cuatro malos duros en la mayoría de los casos. Y ahora, con la crisis, son material orgánico sobrante, remedio sin remedio.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, trae una baraja de medidas para que la inmigración sea destituida… hasta que vuelva a ser necesaria. Eso es un navajazo progre. En verdad, nunca se ha apostado del todo por crear un cuerpo social inmigrante. Esa responsabilidad se ha olvidado. O quizá es que no conviene: la precariedad crea dependencia. Y la dependencia sumisión. Y la sumisión propicia la mano de obra barata que en muchos casos acepta la semiesclavitud y la humillación como el pejae de ingreso a un paraíso que en verdad no existe y se cimenta en el mileurismo, el miniempleo y la corrupción masiva mientras empuña las bragas de una patria que vende libertad, igualdad y fraternidad de palo. Qué gran estafa.
Entre las medidas que se activarán para blindar España de los nuevos deficitarios de la globalización resulta alarmante aquella que permitirá retener a los ilegales hasta 18 meses (ahora el plazo era de 40 días) en ese limbo sepulcral de los calabozos encubiertos. Es inhumano. O aquella que combate la reagrupación familiar sin aceptar excepciones (que las hay). A las enteradas de turno, las ideas de Corbacho les enciende el útero de entusiasmo. Nuestra primera condición de europeos es la de colonialistas y traficantes de esclavos. Pertenecemos a la estirpe de las sociedades satisfechas, aquellas que cimentan el rencor social y el racismo con una cadena de limosnas y querellas contra el moro, el chanchito, el subsaja… Pero que no falte en el ladrillo el hombre ajado de este censo variable, que la mucama barata y repentina no deje de hacernos la cama. España es una pensión cruel para los bastardos de la postmodernidad. Una madre agria. Hipocresías.
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