| MADRID

Variaciones buscan excluir a los padres del derecho a ser reagrupados por sus hijos emigrantes.

España apuesta por una nueva política de extranjería. Soplan vientos de crisis económic a y la destrucción de puestos de empleo obliga a replantear un modelo que, hasta hace unos meses, alentaba la llegada de trabajadores contratados en sus países de origen. La consigna es clara: promover el retorno de los desocupados y restringir la reagrupación familiar.

Celestino Corbacho, ministro de Trabajo e Inmigración, se alista para modificar antes de fines de año la actual legislación, vigente desde el 23 de enero del 2001 y que ha sufrido cuatro reformas en los últimos años.

El Ejecutivo debe adecuar la normativa a las sentencias del Tribunal Constitucional para permitir la asociación, reunión, manifestación, sindicación y huelga a los extranjeros en situación irregular. También se obliga a trasponer las directivas europeas que regulan los permisos de residencia permanente y la reagrupación familiar.

Este último aspecto es el que sufrirá más cambios. Según información publicada en los  diarios El País y El Periódico de Catalunya, el pasado fin de semana, la intención del Gobierno es  limitar el derecho de reagrupación solo a los cónyuges e hijos menores de 18 años y excluir a los padres del inmigrante.

El arribo de personas de avanzada edad que no contribuyen a la Seguridad Social pero que demandan servicios públicos puede poner en peligro el estado de bienestar del país.

Santiago Morales, titular de la Federación de Asociaciones de Ecuatorianos, califica la iniciativa de “retroceso” porque “restringe derechos adquiridos”.

 Hasta el 31 de marzo pasado, 164.107 foráneos  residentes superaban  los 65 años, edad de jubilación legal. Apenas, 2.162 eran ecuatorianos.

Si bien la oficina consular de España en Quito aprueba ocho de cada diez solicitudes de reagrupación familiar (en el 2007 se expidieron más de 22.000 visados), según el cónsul Antonio González – Zavala, es en los expedientes de ascendientes donde se detectan intentos de fraude y, por tanto, denegaciones.

El Gobierno atenderá también peticiones como las del Foro para la Integración Social de los Inmigrantes para que el permiso por reagrupación para jóvenes entre 16 y 18 años, que superan el límite de la educación obligatoria, lleve aparejada la autorización de trabajo.

El último aspecto tiene que ver con el arribo de los menores en edad escolar. Corbacho quiere que este se produzca solo a inicios del curso académico.

Carles Campuzano, diputado de Convergencia i Unió, cree que hay que abrir un debate para cambiar la Ley de Extranjería porque “la mala gestión del derecho de reagrupación familiar causa problemas a la sociedad”. José Ignacio Echaniz, parlamentario del conservador Partido Popular, pidió al Ejecutivo que centre sus esfuerzos en repatriar a los “sin papeles”.

Detalles  de la propuesta

Los menores
Hasta el 31 de marzo del 2008, 66.265 ecuatorianos menores de 16 años disponían de un permiso de residencia en España. Hace un año el número era de 58.510.

Solo permiso de residencia
Tres meses atrás, la cifra de connacionales que contaban con una autorización para vivir en España, pero no para laborar, ascendió a 90.237. Estos permisos de residencia no lucrativa se conceden a través de las reagrupaciones familiares.

Piden ayuda
Unas cien personas pasan diariamente por la oficina de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) en Madrid, pidiendo ayuda para regresar a su país, según diario El País.

Pocos cierran trato
Óscar Jara, responsable de esa oficina, dice que muchos llenan la solicitud de regreso, pero pocos cierran el trato de retorno… “por el momento”.