Del Director

Un giro europeo y una valiosa visita

"En inmigración, Europa llega tarde, pero lo hace de manera dichosa"

Canarias 7, rancisco Suárez Álamo. Las Palmas de Gran Canaria, 17-06-2008

La nueva política europea en inmigración. Muchas cosas están cambiando en Europa, y además a velocidad de vértigo. La Unión anda liada con el revés cosechado en Irlanda, un país que ha aprovechado como pocos las ventajas de su pertenencia al club comunitario, pero que en el momento crucial ha optado por mirarse en el espejo de ese vecino con el que tan mal se ha llevado durante su vida como Estado independiente: el Reino Unido. Pero al margen de ese nuevo atolladero en que está sumida la UE, el principal cambio de los socios comunitarios en los últimos meses es la articulación al fin de una política unida en materia de inmigración irregular. En este punto, la UE ha optado por un endurecimiento en el trato que dispensa al irregular, hasta el extremo de fijar posiciones más cercanas a las tesis extremistas de la Francia de Sarkozy y la Italia de Berlusconi que a las defendidas en sus inicios por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Pero también España está girando para no quedarse sola: por algo, después de todo, Rodríguez Zapatero se quitó de encima a Jesús Caldera y lo reemplazó por Celestino Corbacho, un alcalde con fama de pragmático que se ha estrenado en el cargo dejando claro que las prioridades están, de entrada, en los residentes y, de salida, en los que llegan. Los tiempos de las regulaciones masivas parecen caducados en toda Europa y el diálogo con las comunidades autónomas más afectadas por el drama inmigratorio como es el caso de Canarias se retoma felizmente. Nunca es tarde si la dicha es buena. Y en este caso Europa llega quizás demasiado tarde…pero también lo hace de manera muy dichosa.

El valor de visitar el Puerto. Paulino Rivero se paseó ayer por el Puerto de La Luz y Las Palmas. No fue una visita cualquiera, sobre todo si se tiene en cuenta que el presidente de la Autoridad Portuaria es del PP, sector nada afín a José Manuel Soria, y que, además, se sienta al frente de un Consejo de Administración que en los últimos meses ha sido todo un volcán por el choque de placas tectónicas entre socialistas, por un lado, y nacionalistas y populares, por otro, y con los empresarios jugando, para desgracia de todos, a elevar la tensión. El Puerto es termómetro perfecto del estado de la economía y el descenso en la entrada de mercancías es síntoma inequívoco de que la demanda se retraído y la inversión se estanca. En ese contexto, es más necesario que nunca que Canarias haga valer los pocos mecanismos fiscales que posee para incentivar el consumo y que desde el Gobierno y la Autoridad Portuaria se den los pasos que tiendan a un progresivo abaratamiento del transporte, en especial entre las islas. Y si, depaso, se desbloquean inversiones en infraestructuras que pueden reactivar el mercado laboral, mejor que mejor.

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