Sólo 160 inmigrantes han pedido en un año las ayudas para regresar a su país de origen
Las subvenciones incluyen el billete de avión para el retorno y hasta 1.600 euros para volver a instalarse
Las Provincias,
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17-06-2008
Las ayudas para el retorno voluntario al país de origen no tienen mucha acogida entre la población inmigrante residente en la Comunitat. Según los datos del programa que gestiona Cruz Roja a través de un convenio con la Generalitat, en 2007 sólo se tramitaron 160 solicitudes, cuando en ese año vivían en la región 732.000 inmigrantes, según los datos del padrón.
Los programas destinados a facilitar la vuelta al país de origen se tramitan a través de oenegés mediante acuerdos con las Administraciones autonómica y estatal. Se destinan a aquellas personas que no han conseguido integrarse en la sociedad receptora, que no han cumplido sus expectativas laborales, carecen de ingresos económicos o por motivos de salud personal o familiar, según la información facilitada por la Conselleria de Inmigración. Los programas de retorno voluntario que ofrecen las Administraciones pueden incluir subvenciones como el billete de avión, los gastos durante el viaje (hasta 50 euros por persona) y hasta 1.600 euros por familia, destinados a facilitar la reintegración en su país de origen.
El dato, pese a ser muy bajo, supone un aumento del 128% respecto a las cifras de 2006, según las mismas fuentes. La mayor parte de las personas que participaron fueron mujeres (89). Por provincias, la mayoría de tramitaciones se realizaron en Alicante (124). La mitad fueron residentes procedentes de Bolivia y Argentina, según fuentes del departamento que dirige Rafael Blasco.
La escasa participación de los inmigrantes en estos programas se certifica con los datos que aporta el Ministerio de Trabajo. Sólo 1.184 extranjeros decidieron volver durante 2007, aunque estas cifras hacen referencia al total nacional. Fuentes del departamento de Celestino Corbacho explicaron ayer que no tienen información por comunidades autónomas, aunque sí que se han clasificado por países de origen. Durante el pasado ejercicio, la mayoría de los inmigrantes que solicitaron estas ayudas fueron los bolivianos (313), seguidos de los argentinos (168) y los brasileños (143). Además, en los últimos cinco ejercicios únicamente se han realizado 4.850 retornos voluntarios, una cifra muy baja en relación a la población residente.
A finales de 2007, el presidente de Rumanía, Traian Basescu, pidió durante una visita a Valencia que aquellos trabajadores rumanos empleados en la economía sumergida volvieran a su país para desempeñar tareas para empresas españolas en el país de origen. En los mismos términos se expresó el ministro de Trabajo rumano en una reciente visita a Castellón. En ese caso, y debido a la crisis económica, ofreció a sus compatriotas 5.000 empleos para aquellos que quisieran volver al país de Europa del Este.
Sin embargo, el efecto llamada no ha tenido importantes efectos, según se desprende de las opiniones de algunas asociaciones rumanas que existen en la Comunitat. “Algunos han vuelto, pero muy poca gente, ya que aquí tienen su vida, en muchos casos una casa o un trabajo fijo, bueno. Resulta difícil dejarlo todo para empezar de nuevo”, tal y como explicó Gabriel Enathe, presidente de la asociación de rumanos de Valencia Asrova – Carpatina. Desde la Asociación de Inmigrantes de Países del Este (AIPE) añadieron que el problema se encuentra en que los salarios que se ofrecen para trabajar en Rumanía, salvo en determinadas especialidades, siguen sin superar lo que puede ganar un ciudadano rumano en la Comunitat. Esto hace que prefieran mantenerse en el país de acogida antes de acogerse al retorno voluntario.
Pese a las bajas cifras, hay que tener en cuenta la cantidad de personas extranjeras que deciden volver a su país sin recurrir a los programas y ayudas, por lo que no pueden ser cuantificadas.
El próximo viernes, el Gobierno aprobará el borrador de un nuevo plan para incentivar el retorno de aquellos extranjeros que estén en paro. El programa, que parte de la Secretaría General de Empleo, permitirá al inmigrante que decida volver a su país mantener los derechos adquiridos durante el tiempo que trabajó en España, es decir, la prestación por desempleo. Tal y como explicaron desde el ministerio, se prevé que puedan beneficiarse 96.000 inmigrantes, de los cuales, 25.000 se encontrarían en disposición de acogerse de forma inmediata.
La idea es que el borrador del decreto sea aprobado en la próxima reunión del consejo de ministros. Será voluntario y podrán acogerse aquellos inmigrantes cuyo país de origen tenga un convenio con la Seguridad Social española. De esta forma, el inmigrante recibirá el dinero correspondiente al paro pese a estar en su país, y además tendrá preferencia a la hora de volver a España, siempre que hayan pasado tres años. Además, el tiempo que permaneció en el país antes del retorno también computaría a efectos jurídicos y de residencia.
Fuentes del ministerio explicaron que este plan no está relacionado con la figura del retorno voluntario, pues está pensado para aquellos inmigrantes en precaria situación laboral.
El conseller Rafael Blasco tiene previsto firmar en breve el convenio con el ministerio en el que se inscribe el desarrollo de programas de retorno, como el de Cruz Roja. El importe previsto para este año asciende a 122.000 euros, frente a los 96.800 que se invirtieron durante 2007.
Además, durante este ejercicio se van a poner en marcha actuaciones para formar a las personas en el país de origen, especialmente en los Estados más representados en la región, como pueden ser los países latinoamericanos, del África subsahariana o el Magreb.
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