Inmigración, ausente del debate Obama-McCain
El Universo, , 09-06-2008| AP
El tema de la inmigración, que en una época fue considerado uno de los tópicos clave de las elecciones del 2008, ha sido relegado en los debates tanto demócrata como republicano, de la campaña presidencial.
Tanto el candidato presidencial republicano John McCain como su homólogo demócrata Barack Obama, respaldan la idea de dar estatus legal a millones de indocumentados, posición considerada crucial para conseguir el voto hispano.
Pero al mismo tiempo, ambos candidatos temen perder el apoyo de sectores de conservadores blancos y negros que se oponen a ofrecerle residencia legal y la eventual ciudadanía a personas que violaron la ley al ingresar a Estados Unidos sin la documentación necesaria.
Estrategas y legisladores han señalado que la amnistía ha convertido el tópico en algo virtualmente intocable.
Los políticos de ambos partidos están atrapados entre los votantes de Lou Dobbs, conductor de un programa de televisión en CNN donde protesta casi cotidianamente contra la presencia de indocumentados, y los votantes latinos, dijo Tamar Jacoby, presidente de una coalición que propone reformas a la ley de inmigración.
“Los candidatos presidenciales están eludiendo el tópico”, añadió el presidente de ImmigrationWorks USA. “No es un tema electoral que recompense”, afirmó.
McCain y Obama han respaldado la reforma a la ley de inmigración, pero no aludieron a la misma durante su campaña, cada uno por sus razones.
La posición de McCain ha caído muy mal entre la base conservadora republicana. Él necesita apuntalar esa base, y al mismo tiempo conseguir el apoyo hispano. “Él intenta atraer a un grupo de votantes que odia al otro grupo”, dijo Cecilia Muñoz, del Consejo Nacional de La Raza.
En cuanto a Obama, quien intenta conquistar el voto de los hispanos, su problema es menor, pero también desconcertante. En temas de inmigración, sus puntos de vista parecen no estar en sintonía con el electorado, según las encuestas.
Obama apoya otorgar licencias de conducir a indocumentados y estatus legal a inmigrantes traídos a EE.UU. por sus padres y que terminaron dos años de educación universitaria o de servicio militar, ambos muy criticados por los hispanos.
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