DV. «Los rumanos podrían tener un concejal en algún municipio de la comarca vizcaína de Busturialdea si nos atenemos a las personas de esa nacionalidad que se han empadronado allí». Roberto Marro ha cumplido dos años como director de Inmigración del Gobierno Vasco, tiempo suficiente para poder identificar las profundas transformaciones que se avecinan en la sociedad vasca, necesitada de mano de obra foránea para sostener su crecimiento y conservar su nivel de bienestar. No obstante, Marro augura «malos tiempos» para la integración de los extranjeros en la Unión Europea.

- El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, se propone incentivar el retorno de trabajadores a sus países.

- En Euskadi no tiene sentido. Es cierto que el paro ha aumentado en el arco mediterráneo y que está afectando a inmigrantes , pero la realidad es distinta en la cornisa cantábrica. Aquí el crecimiento no ha dependido tanto de la construcción, la hostelería y la agricultura. El tejido industrial del País Vasco es superior a la media. El desempleo ha disminuido y las perspectivas de gasto público y privado en infraestructuras indican que el déficit de mano de obra persistirá. Confebask ya ha dicho que hacen falta trabajadores. Posiblemente, muchos inmigrantes establecidos en otras comunidades se desplazarán a Euskadi.

- ¿Hasta dónde llegará la tasa de inmigración?

- La población inmigrante representa ahora el 5% del censo del País Vasco, alrededor de 100.000 personas. Dentro de cinco años se habrá duplicado e igualado a la media actual del Estado, que ronda el 10%. Euskadi arrastra un retraso temporal respecto a Cataluña y Madrid, comunidades que siempre nos superarán.

- ¿Augura un movimiento de trabajadores extranjeros dentro de la Península Ibérica?

- No será una ‘oleada’, ni mucho menos, sino un movimiento sostenido y propiciado por el mercado laboral. Se dice que los extranjeros acuden a los sitios atraídos por sus políticas sociales, por la tarjeta sanitaria, pero no es verdad. Se desplazan allí donde pueden trabajar y lo hacen aprovechando los contactos familiares, las amistades, las relaciones con sus compatriotas y los cauces institucionales. Los inmigrantes que vendrán a Euskadi tendrán autorización de residencia y acceso a puestos de trabajo, pues las empresas vascas quieren dos cosas: que los trabajadores estén regularizados y que tengan una cualificación laboral. Eso supone una selección de antemano, aunque también exista una economía informal o sumergida.

- Dos de cada tres mujeres inmigrantes que residen en el País Vasco trabajan en el servicio doméstico.

- Globalmente, el 75% de los extranjeros empadronados en la comunidad está regularizado. La mayoría tiene entre 20 y 55 años, que es la edad de trabajar. Unos 40.000 están afiliados a algún régimen de la Seguridad Social. Son cifras importantes. Euskadi no las ha alcanzado por casualidad.

- ¿A qué se refiere?

- A la realidad socioeconómica; aunque también inciden las políticas activas. En nuestro departamento estamos preparando un modelo de inserción laboral con 16 entidades y colectivos sociales. No es un modelo cerrado. Tratamos de crear un circuito para que las personas en situación irregular obtengan los ‘papeles’ y puedan ponerse a trabajar. Si no encuentran empleo, se identificarán los motivos: la cultura, el idioma, la formación… El plan se dirige también a las personas que llegan a Euskadi por la vía de la reagrupación familiar. Por ejemplo, mujeres . El objetivo es que puedan entrar pronto en el mercado laboral.

- La reagrupación se está convirtiendo en la vía principal de entrada en España. En 2007 se instalaron 2.700 extranjeros en Euskadi para reunirse con sus cónyuges o sus padres.

- Pero el Gobierno central se propone endurecer los requisitos. El consulado de España en China está exigiendo pruebas de ADN para demostrar la paternidad. También se hace lo mismo en Nigeria. Es precisamente lo que se proponía Berlusconi, al que tanto critica Zapatero, igual que critica a Sarkozy. Una prueba de ADN no está al alcance de una familia en los países pobres. Cuesta varios cientos de dólares. Están impugnando la validez de documentos oficiales de filiación expedidos por países soberanos. Es un retroceso.

- Los sindicatos han denunciado que los consulados españoles no están preparados para el papeleo de los inmigrantes .

- Ejercen una función propia del siglo XIX, cuando se ocupaban de la protección de los ciudadanos en el exterior; pero no están diseñados para gestionar la política migratoria en el ámbito laboral ni mucho menos en el ámbito de la reagrupación familiar… Muchos inmigrantes se encuentran en situación irregular porque los consulados no les han informado sobre cómo deben proceder para acceder a los cupos, los contingentes, las ofertas de trabajo…

El último que llega

- El colectivo latinoamericano tiene una gran presencia en Euskadi.

- El salto que ha registrado durante los últimos años no se repetirá porque el Gobierno español ha extendido la política de visados: a Perú, durante los años 90; a Colombia, en 2000; a Bolivia, más recientemente… Habrá un flujo constante de trabajadores del Este de Europa. Los subsaharianos no representan un grupo significativo, pero la crisis del subdesarrollo está latente…

- Los estudios sobre el recibimiento dispensado a los extranjeros en Euskadi revelan claroscuros. ¿No es cierto que muchos inmigrantes confiesan sentirse discriminados?

- Pero los ‘claros’ son más importantes que los ‘oscuros’. Hay aspectos positivos, aunque no sean tan llamativos, como la normalización en el trabajo, el barrio y la escuela. La inmigración no se percibe hoy en el País Vasco en clave de conflicto.

- En los vecindarios donde la concentración de extranjeros es palpable no todo el mundo comparte esa opinión.

- Hay disfunciones, como es lógico… Pero se han resuelto mediante el diálogo. Los ayuntamientos han ejercido un rol fundamental. Pero hay que aclarar que la elección del barrio está vinculada a las redes sociales de los inmigrantes y los precios de los alquileres…

- El ministro de Trabajo e Inmigración se estrenó en el cargo diciendo que España no se puede regir con las normas del último que llega.

- Celestino Corbacho ha mantenido el anterior equipo del ministerio, pero ha cambiado de discurso. Con esa frase ha hecho un flaco favor a la integración de los inmigrantes . Ni en Euskadi, ni en el Estado ni en Europa han revertido los valores de la sociedad de acogida. Eso es poner el énfasis en el eslabón más débil de la cadena.

- ¿La crisis económica puede complicar el proceso de integración?

- Sinceramente, creo que pintan bastos en la Unión Europea en este terreno. Los gobiernos de centro – derecha han adoptado el discurso de los políticos más populistas y xenófobos. Y desgraciadamente el Gobierno español parece sumarse a esa estrategia. Se quiere abordar el fenómeno de la inmigración en clave de seguridad, cuando hay que prestar atención a la cooperación al desarrollo, a las necesidades del mercado de trabajo; hay que establecer mecanismos flexibles para facilitar la regularización de los inmigrantes . Escuchamos un discurso demagógico. Por un lado, se arbitran todas las restricciones posibles para impedir que los extranjeros entren en un país, pero cuando ya están dentro y permanecen en situación irregular se les deja a merced de los empresarios ‘piratas’.

- Los ministros de la UE han aprobado que un inmigrante ‘sin papeles’ pueda ser recluido en un centro de internamiento hasta 18 meses. ¿Cuál es su valoración de la política europea de extranjería?

- Consuelo Rumí (secretaria de Estado de Inmigración) asegura que la directiva comunitaria sobre el retorno de los extranjeros en situación irregular es garantista. ¿Cómo puede serlo si se elimina el control judicial, si los procedimientos administrativos empequeñecen? Toda persona, aunque esté en situación irregular, tiene derecho a un procedimiento administrativo, tiene derecho a la tutela judicial efectiva. Los campos de internamiento habían pasado el tamiz del Tribunal Constitucional porque había un juez que intervenía y ordenaba. Si quitamos al juez…

- El Gobierno central resalta que las órdenes de expulsión han aumentado.

- Algunos se engañan a sí mismos en determinados informes. Se dictan muchas órdenes de expulsión, pero no todas se cumplen. Nos aseguran que es imposible determinar el país de procedencia del inmigrante, pero la verdadera razón es que no hay presupuesto para repatriarle. No hay dinero.

- Algunas voces niegan que las posiciones ante la inmigración se hayan endurecido.

- Si, lo niegan aduciendo que hasta ahora no había existido ninguna política comunitaria sobre la materia. No me vale. Sí se ha producido un endurecimiento respecto las legislaciones estatales. Los inmigrantes son las únicas personas que pueden ser detenidas por una infracción administrativa. Es como si a uno le arrestan porque le ha caducado el permiso de caza y pesca.

- El Congreso de los Diputados tiene que examinar la directiva comunitaria para incorporarla a la legislación española. ¿Cómo cree que discurrirá el debate?

- Creo que esa normativa es claramente inconstitucional. No es un debate de extranjería, sino de derechos fundamentales, de ciudadanía. La pérdida del control jurisdiccional en el caso de los inmigrantes abre una espita que, en el futuro, puede afectar a más gente. Me viene a la cabeza el poema de Bertolt Brecht: ‘Primero cogieron a los comunistas, pero yo no dije nada porque no era comunista. Luego se llevaron a los judíos, y yo no dije nada porque no era judío (…) Y cuando finalmente vinieron a por mí no quedaba nadie para protestar’.