«No hay dinero para expulsiones»

Diario Vasco, j. m., 09-06-2008

Los ministros de la UE han aprobado que un inmigrante &lsquosin papeles&rsquo pueda ser recluido en un centro de internamiento hasta 18 meses. ¿Cuál es su valoración de la política europea de extranjería?

Consuelo Rumí (secretaria de Estado de Inmigración) asegura que la directiva comunitaria sobre el retorno de los extranjeros en situación irregular es garantista. ¿Cómo puede serlo si se elimina el control judicial, si los procedimientos administrativos empequeñecen? Toda persona, aunque esté en situación irregular, tiene derecho a un procedimiento administrativo, tiene derecho a la tutela judicial efectiva. Los campos de internamiento habían pasado el tamiz del Tribunal Constitucional porque había un juez que intervenía y ordenaba. Si quitamos al juez…
El Gobierno central resalta que las órdenes de expulsión han aumentado.

Algunos se engañan a sí mismos en determinados informes. Se dictan muchas órdenes de expulsión, pero no todas se cumplen. Nos aseguran que es imposible determinar el país de procedencia del inmigrante, pero la verdadera razón es que no hay presupuesto para repatriarle. No hay dinero.
Algunas voces niegan que las posiciones ante la inmigración se hayan endurecido.

Si, lo niegan aduciendo que hasta ahora no había existido ninguna política comunitaria sobre la materia. No me vale. Sí se ha producido un endurecimiento respecto las legislaciones estatales. Los inmigrantes son las únicas personas que pueden ser detenidas por una infracción administrativa. Es como si a uno le arrestan porque le ha caducado el permiso de caza y pesca.
El Congreso de los Diputados tiene que examinar la directiva comunitaria para incorporarla a la legislación española. ¿Cómo cree que discurrirá el debate?

Creo que esa normativa es claramente inconstitucional. No es un debate de extranjería, sino de derechos fundamentales, de ciudadanía. La pérdida del control jurisdiccional en el caso de los inmigrantes abre una espita que, en el futuro, puede afectar a más gente. Me viene a la cabeza el poema de Bertolt Brecht:Primero cogieron a los comunistas, pero yo no dije nada porque no era comunista. Luego se llevaron a los judíos, y yo no dije nada porque no era judío (…) Y cuando finalmente vinieron a por mí no quedaba nadie para protestar.

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