CARMEN ECHARRI

CEUTA. Escondido en un habitáculo en pleno salpicadero del coche y con serias dificultades para poder respirar. De esta guisa, dos marroquíes residentes en Almería, pretendían trasladar a un compatriota de forma clandestina a Algeciras.

Sólo lo pretendían, porque la actuación de los agentes de la Guardia Civil destacados en el puerto evitó el embarque y, presumiblemente, terminó sirviendo para salvar la vida al inmigrante, de tan solo 23 años.

Los hechos tuvieron lugar en la mañana de ayer, en la zona de embarque, cuando los agentes de la Compañía Fiscal detectaron la presencia de este indocumentado, oculto en un habitáculo que se había preparado en el salpicadero de una furgoneta Citroën Jumpy.

Tras desmantelar las piezas, hallaron al inmigrante a quien le costaba respirar, debido a que el hueco preparado carecía de orificios para facilitar que lo hiciera.

Al momento, se procedió a la detención de los dos ocupantes del vehículo, ambos residentes en Almería, uno en el Ejido y el otro en Vicar. Se trata de C.F., que curiosamente es nacido en Chouafas (Marruecos) que es el mismo lugar de procedencia del inmigrante, y A.B., del mismo punto, de 32 y 19 años respectivamente.

Ambos han sido acusados de un presunto delito contra los derechos de los extranjeros, siendo puestos a disposición del juez. El inmigrante fue entregado por la Benemérita a la Policía Nacional, encargada de proceder a su expulsión a Marruecos en aplicación de la Ley de Extranjería.

Embarcación interceptada

De otra parte, agentes de la Guardia Civil interceptaron, la pasada madrugada, una embarcación en la bahía sur, ocupada por cuatro inmigrantes subsaharianos. Los indocumentados fueron atisbados por el Servicio Marítimo y rechazados a Marruecos, en la misma embarcación amarilla, de las típicas que se utilizan en juegos playeros, con la que habían pretendido su entrada en la ciudad. Esta intervención se suma a las que están teniendo lugar prácticamente a diario, dada la presión migratoria marítima registrada.