Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha puesto en evidencia la «nula preparación y escasa capacidad» del delegado del Gobierno para dar una solución de futuro a los inmigrantes argelinos que serán repatriados y que, durante las tres últimas semanas, pidieron regularizar su situación acampados en la Plaza de España. Dijo ayer Emilio Guerra que la reacción de Gregorio Escobar ha sido una «represalia» a los que declararon en huelga, «ordenando una operación de castigo ejemplar, reteniéndoles la Jefatura Superior de Policía, sin, al parecer, las debidas garantías judiciales».

En base a esta decisión de repatriar a los inmigrantes, Guerra anunció que su partido preguntará al Gobierno de Zapatero sobre esta cuestión en el Congreso de los Diputados, «para, de este modo, saber si el delegado del Gobierno sigue instrucciones del Ministerio del Interior o si esta decisión ha sido una iniciativa propia en virtud de sus atribuciones».

«A UPyD no le sirve que la Delegación del Gobierno, para justificar tan grave atentado contra los derechos humanos, manifieste que se ajusta a lo que la Ley de Extranjería, garantizando la aplicación de la más estricta legalidad», suscribe Emilio Guerra, al tiempo que señala que la «pulcritud legal» que se defiende tan sólo perjudica a los argelinos que se declararon en huelga de hambre, «con los cientos que están en el CETI en la misma situación irregular y con expedientes de expulsión». Ante este acto «injusto» que, a su juicio, sobrepasa el «positivismo legal», expresó su más enérgica protesta, «mi repudio y el hecho de sentirme defraudado, como administrado y como ciudadano, por este tipo de actuaciones ordenadas por Escobar».