VERÓNICA BECERRIL

SERVICIO ESPECIAL

ROMA. La cumbre sobre alimentación, cambio climático y energía concluye hoy en la sede de la FAO en Roma, con la presentación de las conclusiones, tras dos días de debates y polémicas.

La primera jornada estuvo marcada por la presencia de medio centenar de líderes mundiales entre los que figuraban los polémicos presidentes de Irán y Zimbabue que han dado mucho que hablar tanto por sus declaraciones como por su presencia en Roma. Ayer, finalmente se hizo un análisis real del problema del hambre y de los peligros de no avanzar soluciones inmediatas.

Mientras se estudiaban estas medidas, el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, proseguía su ronda de reuniones con los líderes que quedaban en la Ciudad Eterna, y ayer en rueda de prensa con el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, entre anuncios de acuerdos bilaterales de cooperación, el «Cavaliere» aprovechó para aclarar la rueda de prensa del martes con Sarkozy, cuando señaló que según su opinión «la inmigración clandestina no tiene que ser considerada delito (como prevé el documento aprobado en el Consejo de Ministros), sino sólo un agravante». Menos de 24 horas después de estas declaraciones, el presidente italiano, en el mismo palco, acusaba a los periodistas de escribir «con mala fe porque yo expresé mi opinión personal». Ahora queda en manos del Parlamento la aprobación de esta medida que defiende la Liga Norte, el partido del ministro de Interior, Roberto Maroni.

Colaboración italo – egipcia

De la reunión Italia – Egipto salieron a la luz varios acuerdos bilaterales además del anuncio del nombramiento de Mubarak como copresidente de la Unión por el Mediterráneo que nacerá el próximo 13 de julio en París. Berlusconi y Mubarak comentaron las amenazas del presidente de Irán contra Israel. El «Cavaliere» señaló que «cuanto más seguro se sienta Israel, más concesiones recibirá Palestina».

El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, propuso en su intervención de ayer la creación de un banco de alimentos para afrontar la emergencia alimentaria. Asimismo Frattini criticó la rigidez sobre los biocombustibles, a lo que el secretario general de la ONU, Ban Ki – moon, contestó que una de las causas del aumento de los precios de los alimentos son precisamente esos biocombustibles, «pero todavía tenemos que valorar hasta donde llega el impacto». Ban Ki – moon fue ayer mucho más duro en sus declaraciones exhortando a «no perder esta lucha, porque el enemigo es el hambre, el mismo desde hace décadas, que produce revueltas e inestabilidad y el compromiso nace en Roma».

Ban Ki – moon anunció así la firma de un «Memorándum de entendimiento» para fomentar la «revolución verde» en África para producir rápidamente alimentos para promover un cambio optimizado de la producción de alimentos en zonas donde hay lluvias, suelos, infraestructuras y mercados relativamente adecuados, las zonas de la llamada «canasta de pan». A esta medida se une la inyección de 17 millones de dólares que la FAO entregará como ayuda a los pequeños agricultores de los países pobres.

En tanto, los participantes siguen respondiendo al mensaje de la FAO y a las ayudas ya anunciadas por España y Francia, se unen las que ayer confirmaron el Banco para el desarrollo islámico con 1.500 millones de dólares, Estados Unidos con 5.000 millones y Japón con 65 millones.