El ministro de trabvajo e Inmigración, Celesetino Corbachjo, afirmó hoy en Santa Cruz de Tenerife que «un inmigrante en este país sin contrato de trabajo ha de saber que el único destino final que le queda es volver a su país, no puede albergar una esperanza de que su situación se regularizará o pasará de ilegal a legal».
Corbacho, que se entrevistó con el presidente de Canarias, Paulino Rivero, destacó la disminución «importante» en los dos últimos años en la llegada de cayucos e inmigrantes irregulares a las Islas. No obstante, consideró que en estas llegadas es donde «reside el drama» de la inmigración, mientras que el «gran problema» del fenómeno es la entrada irregular por aeropuertos, en el que Canarias es «un punto de llegada importante».
El ministro dijo que la política en inmigración será «muy clara y concreta» y que resumió en: «inmigrantes todos los que hagan falta en este país, pero todos con contrato de trabajo», porque la inmigración «tiene que ser regular y legal».
Además, insistió en que, en un momento en que la desaceleración económica da como resultado un aumento de desempleo en algunas comunidades, «parece razonable» que ante una tasa del 9,6 por ciento de desempleo, «la primera política que hay que llevar es que las necesidades del mercado interior tienen que ser respondidas por éste y las contrataciones en mercado interior tienen prioridad respecto a las contrataciones en origen».
No obstante, apuntó que esto no excluye las contrataciones en origen, que defendió sobre todo para determinados trabajos de estacionalidad. Además, recordó que el Gobierno presentará antes del verano el Plan de Retorno Incentivado para facilitar el retorno a sus países a aquellos inmigrantes que se hayan quedado en situación de desempleo y decidan regresar a sus países.
Respecto a la política de menores inmigrantes no acompañados, Corbacho indicó que, aunque las competencias en esta materia recaen en la comunidad autónoma, el Gobierno español no puede ver esta problemática sólo en «clave competencial», sobre todo, dado que Canarias es «la puerta de entrada». Así, defendió la necesidad de buscar un punto de acuerdo y de concertación, con «clara voluntad de permanencia en el tiempo» y no una solución de carácter coyuntural.
En esta línea, apostó por un marco de acuerdo y de concertación entre ambos Ejecutivos sobre este asunto. «Es lo que debemos hacer los gobiernos, en los parlamentos la confrontación política y en los gobierno la concertación», sentenció.
En este contexto, y sobre la reivindicación del Gobierno canario de fijar un cupo máximo de menores para atender en las Islas, estimó que hay que fijar y cuantificar las condiciones que tiene Canarias para afrontar esta situación.
A partir de ahí, el Gobierno de España «tiene mucho que hacer y puede hacer mucho» sobre cómo afrontar ese problema y ponerlo en una dimensión «razonable, lógica, que permita gobernarlo con cierta garantía», dijo el ministro .