Corbacho abre paso al diálogo

Canarias 7, Daida Rodríguez, 03-06-2008

La visita hoy del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, es el primer paso para la normalización de las relaciones entre el Gobierno de Canarias y el Estado. Así lo entiende el presidente regional, Paulino Rivero, que cree muy positivo el hecho de que Corbacho sea el primer ministro que visite oficialmente las Islas.

Paulino Rivero opina que el nuevo gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero está mucho más abierto al diálogo institucional que el anterior a las elecciones del nueve de marzo. Como mejor ejemplo se sitúa el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, que hoy llega a Canarias de visita oficial. Corbacho se ha mostrado muy sensibilizado con la situación de las Islas en materia de inmigración y se aleja de la continua postura de enfrentamiento de su predecesor, Jesús Caldera, que nunca llegó a reunirse con la consejera de Bienestar Social, Inés Rojas, y ni siquiera contestó a sus cartas.

Rivero opina que la visita de Corbacho es un mensaje de conciliación de La Moncloa. No en vano, el discurso del ministro es bastante similar al sostenido por el Gobierno de Canarias en los últimos tiempos. Corbacho ya ha apuntado en el Congreso la necesidad de una mayor solidaridad con Canarias del resto de las Comunidades Autónomas en materia de menores inmigrantes no acompañados. También ha insistido en que el Archipiélago es una prioridad en materia de inmigración. Además, Corbacho ha hablado de crear una política de empleo en la que se incentive la contratación de parados nacionales. Esto va muy en línea con el Plan de Empleo del Gobierno de Canarias, que apuesta por la contratación de canarios desempleados. De hecho, desde el Ejecutivo regional se considera que los planteamientos de Corbacho son más duros que los aquí expuestos.

Actitud.

Esta actitud del ministro de Trabajo e Inmigración ha creado muchas expectativas al Ejecutivo regional. Rivero considera que Corbacho es un hombre que conoce «a fondo» el fenómeno de inmigración en el que estuvo inmerso como alcalde de LHospitalet de Llobregat, por lo que «actúa con conocimiento de causa y no a salto de mata como su predecesor», opina Rivero. La consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda, Inés Rojas, también se siente «en sintonía» con el ministro. «Contestó a mi carta a la semana de enviársela», destaca Rojas, «además, se nota que conoce el problema». Rojas no guarda un buen recuerdo de Jesús Caldera como ministro. «Nunca se sentó con nosotros, sólo hablaba a los medios de comunicación y lo único que hacia era ofender al Gobierno de Canarias y a todos los canarios», sentencia la consejera regional. Rojas espera que con esta visita se reabra el diálogo «y logremos entendernos dejando atrás las discusiones sobre competencias, las personas no son competencia de nadie, necesitamos soluciones y predisposición», considera Rojas.

De cualquier forma, la visita de hoy es un primer paso. El Gobierno de Canarias se encuentra sumergido en la labor de normalizar las relaciones con el Estado estancadas, si no crispadas, desde hace casi un año. Paulino Rivero espera que el encuentro con José Luis Rodríguez Zapatero mañana miércoles abra puentes de diálogo entre la Administración central y la autonómica. Más allá de compromisos firmes, Rivero busca un acercamiento de posturas y una relación «cordial y fluida» con el Estado, «de respeto institucional».

Promesas pendientes.

El diputado nacional del Partido Popular (PP) por la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Gabriel Mato, denunció ayer que un mes y medio después de formular una pregunta acerca de la creación en Canarias de una Oficina de las Regiones Ultraperiféricas (RUP), «el Gobierno central no ha sido capaz hasta el momento de informar sobre el particular cuando además está a punto de cumplirse el plazo que el presidente Zapatero fijó para su establecimiento efectivo».

Rojas: “Hay que renovar el Plan Canarias – Estado”.

La consejera de Bienestar Social, Juventud y Vivienda, Inés Rojas tendrá la oportunidad de reunirse con el ministro de Trabajo e Inmigración y exponerle una larga lista de temas que le preocupan. Entre otros temas, Rojas quiere renovar el Plan Canarias – Estado sobre inmigración, que finalizó el pasado 31 de diciembre de 2007, «para seguir trabajando a fondo en este fenómeno», señala Rojas.

Otro de los temas más destacados es la situación de los menores inmigrantes no acompañados. «Es necesario crear un protocolo de solidaridad entre Comunidades Autónomas en materia de menores», incide Rojas que le trasladará al ministro la situación de los centros de acogida y las dificultades de Canarias para lograr una completa integración de estos chicos.

Rojas pretende que Celestino Corbacho se comprometa a poner un cupo determinado de menores inmigrantes a cargo de Canarias y a partir de ahí, repartir el resto por toda España. «Estamos dispuesto a asumir más de 300 que fue el acuerdo inicial con Jesús Caldera pero necesitamos concretar para adecuar nuestros recursos a las necesidades y poder planificar», señala la consejera regional.

Por otro lado, el Gobierno de Canarias plantea «cambiar la Ley del Menor y crear una legislación que contemple el fenómeno de la inmigración», explica Rojas, «en estos momentos hay un vacío legal». Al mismo tiempo, la consejera regional le expondrá a Corbacho la posibilidad de crear un estatuto jurídico del menor que mejore las circunstancias legales de los niños.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)