| INDIRA DORA MORBIONI

Algunos han postergado viajes a su país por temor a que no los  dejen retornar.

“Dicen que empezarán a mandarnos de inmediato, sin ningún aviso”. Así, con preocupación y temor, Manuel, un guayaquileño de 32 años, expresa su estado de ánimo ante las nuevas medidas anunciadas por el gobierno italiano, sobre la inmigración clandestina.

La nueva ley propone la reclusión y expulsión de los inmigrantes que no tengan sus documentos en regla y, entre otras cosas, permite la confiscación de bienes de quienes les alquilen departamentos.

El guayaquileño, que trabaja limpiando escaleras en un condominio en Génova, afirma no saber qué hacer, pues él forma parte de un gran número de ecuatorianos que labora “en negro” (clandestinamente) a la espera de que le den trámite a su pedido de regularización.

“Yo llegué hace un año siguiendo a mi mujer que ya trabaja aquí hace tres, aquí nos casamos y esto me daba opción a regularizarme a mí también, pero todavía no salen los papeles y para las autoridades soy un ilegal, aunque yo siempre he trabajado”, afirma. Lo que haré ahora es llegar más temprano a mi trabajo para evitar cualquier control, dijo.

A Érika Peñafiel, chonera de 45 años y con 4 de ellos en Italia, la ley no le afectaría tanto si no estuviera por caducar su permiso de estadía. “Con la nueva ley, la policía podría negarme el “soggiorno” (la permanencia) aduciendo que no tengo medios suficientes para vivir en este país. Muchas veces se trabaja más horas de las que se declara por comodidad del patrono y nos afecta”, dijo.

Mientras, Marlene Escalante, de Machala y residente en Milano hace dos años, decidió suspender su viaje a Ecuador en julio para reunirse con su madre y más parientes por temor a que a su regreso no la dejen volver a territorio italiano. “Yo trabajo con papeles pero es mejor no salir de Italia hasta que no se aclare y se conozcan bien las nuevas medidas”, aseguró.

Por su parte Blanca de la Cuadra, presidenta de la Asociación de Ecuatorianos en Génova, calificó como discriminatoria las nuevas medidas de seguridad que implantará el gobierno porque “pondría en este caso a connacionales indocumentados en condiciones de delincuentes, cuando se trata de personas que trabajan, y que tienen ya una vida hecha aquí junto a su familia”.

“Sabemos que habrá un tratamiento especial para badantes y colf (personas al cuidado de ancianos y colaboradoras domésticas) y en este grupo hay un gran número de ecuatorianos, pero quién garantizará la estabilidad de quienes trabajan limpiando escaleras, en la construcción, pintores y artesanos”, inquirió.

Roberto Maroni
Ministro del Interior de Italia
“No cederemos en nuestra intención de precautelar la seguridad del país”.

Cáritas Italiana
Confederación de la Iglesia católica
“Somos contrarios a la penalización de la inmigración clandestina”.