Una embarcación con 68 inmigrantes irregulares a bordo fue avistada en la madrugada de ayer a un kilómetro al sur de Maspalomas. Dos de los ocupantes del cayuco ya habían fallecido cuando la barcaza arribó a tierra, mientras que un tercero murió al llegar al Hospital Insular. Cuatro permanecen ingresados.

El fenómeno de la inmigración irregular se cobró ayer tres nuevas vidas en Canarias. Un cayuco con 68 personas a bordo fue trasladado al puerto de Arguineguín, en Gran Canaria, por Salvamento Marítimo. Dos de sus ocupantes habían fallecidos cuando la embarcación llegó a tierra, mientras que un tercero murió poco después en el Hospital Insular.

Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias, cuatro de los inmigrantes también tuvieron que ser trasladados a un centro de salud con síntomas graves de hipotermia y deshidratación.

El cayuco fue avistado a las 05:15 horas de ayer por una embarcación de recreo a aproximadamente un kilómetro del sur de Maspalomas (Gran Canaria). Sus ocupantes – 68 personas de origen subsahariano, entre ellas unos 15 menores de edad – fueron transbordados a la embarcación de Salvamento, que los trasladó hasta el puerto de Arguineguín, en el sur de la Isla, donde fueron asistidos por personal de Cruz Roja.

La embarcación Salvamar “Menkalinan” salió al encuentro del cayuco tras su avistamiento y llegó al puerto de Arguineguín con sus ocupantes aproximadamente tres horas después.

En un comunicado remitido a los medios de comunicación, la portavoz del Gobierno de Canarias y viceconsejera de Seguridad, Carolina Déniz, expresaba ayer la solidaridad del Ejecutivo regional con los familiares de las víctimas de este suceso. Igualmente, Déniz confiaba en la pronta recuperación de los inmigrantes con síntomas graves de hipotermia y deshidratación, que se encontraban hospitalizados ayer en el Hospital Insular de Gran Canaria.

A juicio de la portavoz del Gobierno autónomo, esta nueva tragedia registrada en las costas del Archipiélago “constituye una incontestable invitación a que todas las instancias con competencias en esta materia multipliquen esfuerzos para acabar con este drama”.

Carolina Déniz añade que “es imprescindible incrementar las políticas de cooperación al desarrollo y las acciones en los países de origen de la inmigración irregular, sin olvidar”, además, “que deben reforzarse los medios materiales y humanos para mejorar el control de las aguas que nos rodean”.

Asimismo, la portavoz del Gobierno recalca que la ausencia de oportunidades y la desesperanza de millones de ciudadanos africanos son un llamamiento a la solidaridad de los países más desarrollados, que “en ningún caso pueden dar la espalda o limitarse a mirar de reojo el inmenso drama que supone la pobreza o la decisión de embarcar en cayucos que en ocasiones acaban con los sueños en el fondo del mar”.

Juicio

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas celebrará mañana el juicio contra tres acusados de un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros al patronear el pasado 24 de febrero un cayuco con 85 personas a bordo, de los que cinco resultaron ser menores de edad, hasta el Faro de Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana, al sur de Gran Canaria.

La Fiscalía pide imponer la pena de ocho años de cárcel para M.M., nacido en Mauritana, y seis años de prisión para B.Y. y G.B., ambos procedentes de Senegal, sin antecedentes penales y que se encuentran en prisión provisional por esta causa desde el pasado 27 de febrero, según el escrito del Ministerio Público al que ha tenido acceso Europa Press.

Según la fiscal Teseida García, los tres acusados se valieron de sus conocimientos de navegación y, con la intención de introducir clandestinamente ciudadanos extranjeros en territorio español, patronearon una embarcación tipo cayuco desde las costas de Mauritania hasta dos millas al sur del Faro de Maspalomas, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, punto en el que fueron interceptados por una patrullera de la Guardia Civil.

Durante el trayecto los tres procesados se turnaron al timón y en el cuidado del motor. Transportaron en el cayuco a un total de 85 personas de origen subsahariano, todos indocumentados y que habían pagado previamente distintas cantidades de dinero para realizar la travesía antes de zarpar desde el puerto de Nuadhibou, en Mauritania.