El Gobierno teme que las medidas de Italia desvíen a los ilegales a España

El Día, EFE, Madrid, 23-05-2008

El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, expresó ayer a su homólogo italiano, Andrea Ronchi – durante la reunión mantenida en la sede de Asuntos Exteriores – , el rechazo a convertir en delito la inmigración ilegal por el temor a que puedan “desviarse flujos migratorios” a España y otros países vecinos.

El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, expresó ayer al Gobierno italiano el rechazo a la medida de convertir en delito la inmigración ilegal por el temor a que puedan “desviarse flujos migratorios” a España y otros países vecinos.

López Garrido trasladó este mensaje a su homólogo italiano, el ministro de Política Comunitaria, Andrea Ronchi, en la reunión mantenida ayer en la sede del Mi – nisterio de Asuntos Exteriores para explicar las acciones aprobadas por el Gobierno de Berlusconi contra la inmigración clandestina.

El secretario de Estado para la UE, en una rueda de prensa conjunta, expresó el “respeto” a la decisión del Ejecutivo italiano sobre las medidas para poner coto a los inmigrantes ilegales.

No obstante, hizo hincapié en que no contribuye a la política común europea y en que este tipo de acciones deberían ser “dialogadas y reflexionadas” con los demás países de la UE.

Ronchi justificó las medidas aprobadas el miércoles por su Gobierno en la “situación de emergencia” y de inseguridad que vive su país y que “la UE tiene que entender”. También las enmarcó en la idea de Berlusconi de que en Italia tengan sitio sólo quienes respeten su “cultura, religión y reglas de convivencia”. “Quien no comparta esto, no puede estar en Italia, sobre todo aquellos que delincan”, advirtió Ronchi.

A pesar de que López Garrido puso de relieve los amplios puntos de acuerdo sobre política migratoria, admitió que la polémica medida “afecta claramente” a España y a otros países del entorno.

A su juicio, considerar delincuente a un inmigrante irregular no es “proporcionado y no es la mejor vía” para resolver problemas derivados del fenómeno migratorio.

Que no sea “irreflexivo”

López Garrido hizo hincapié en que el Gobierno italiano tiene “toda la legitimidad” en adoptar acciones contra la inseguridad, pero hizo un llamamiento colectivo a no actuar de forma “irreflexiva” e individual en esta materia.

Ronchi explicó que su país “ha cambiado de registro político y cultural” desde el regreso al poder de Berlusconi con el fin de que Italia deje de ser “la puerta giratoria del Mediterráneo” para la entrada de extranjeros ilegales.

“No se trata de equiparar inmigración y delincuencia, sino de que la ilegalidad es algo que no se puede consentir. Estamos tratando de recuperar el control”, dijo.

El ministro italiano negó que su Ejecutivo esté amparando conductas racistas, pero aseguró que será inflexible con los inmigrantes que pongan en riesgo la seguridad del país. “Una Italia más segura, más tranquila y más serena que cuente con una homogeneidad cultural como base de su acción política será una Italia más fuerte, más creíble y más convincente hacia Europa”, comentó.

A su entender, las medidas que plantea Berlusconi están “en sintonía” con la actuación de la UE y encaminadas a tener en el futuro una política común migratoria.

López Garrido afirmó que España también es “implacable” en la lucha contra la inmigración clandestina, pero subrayó la obligación de respetar la ley y contar con los países de origen. “Si no, no se puede expulsar a nadie”, puntualizó.

Ambos resaltaron el consenso que existe en asuntos como la directiva de retorno de la UE o la continuidad de la labor de la Agencia de Control de Fronteras (Frontex). López Garrido manifestó el deseo compartido de seguir dialogando sobre este ámbito en una próxima reunión en Nápoles.

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