controversia política

El Gobierno italiano pide a Zapatero que llame a sus ministros al orden

La Voz de Galicia, María Signo | Corresponsal, 20-05-2008

Afirma que podría tomar como ejemplo la política española de inmigración porque es «muy, muy dura»

Franco Frattini califica de imprudentes e inoportunas las palabras del responsable español de Trabajo

Afirma que podría tomar como ejemplo la política española de inmigración porque es «muy, muy dura»

La polémica surgida entre Italia y España a raíz de las críticas de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, al Gobierno de Berlusconi por su política contra la inmigración ilegal han provocado la reacción del ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, quien calificó de «imprudentes e inoportunas» las palabras en las que Corbacho acusó al Ejecutivo italiano de «criminalizar» y «discriminar a los inmigrantes».

Para Frattini, José Luis Rodríguez Zapatero tiene que llamar a sus ministros «al orden», ya que «no se pueden aceptar» declaraciones que interfieren en la actividad de otro Gobierno.

Frattini dijo estar «convencido» de que «Zapatero sabrá explicar […] y dar órdenes a sus ministros de evitar este tipo de declaraciones inútilmente polémicas». Además, elogió su política en materia de inmigración al afirmar que Italia podría tomarla como ejemplo, ya que España ha llevado a cabo una política «muy, muy dura. Ha expulsado a decenas de miles de personas con métodos muy severos». En tono conciliador dijo que ambos países deben unir esfuerzos para controlar los flujos de inmigración irregular a través del Mediterráneo.

Las palabras de Corbacho han tenido mucha repercusión en los medios italianos, que también han reproducido unas de Bibiana Aído, ministra de Igualdad, cuando dijo que «pagaría un psiquiatra a Berlusconi».

Visita de un ministro italiano

Para explicar las polémicas medidas contra la inmigración ilegal, Berlusconi enviará esta semana a Madrid al ministro de Política Europea, Andrea Ronchi. Se espera así terminar con los malentendidos surgidos cuando De la Vega dijo no «compartir la política de expulsiones sin respetar la ley ni los derechos humanos de los inmigrantes».

Las reacciones en Italia a las medidas que prepara Berlusconi son contradictorias. El Partido Democrático y los democristianos son contrarios a declarar delito la inmigración ilegal, y en la coalición de Gobierno tampoco hay unanimidad.

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