polémica en italia

Corbacho asegura que Berlusconi quiere criminalizar al inmigrante

La Voz de Galicia, Efe, 19-05-2008

El ministro de Trabajo reabre la polémica por las críticas de De la Vega a la política italiana

El ministro de Trabajo reabre la polémica por las críticas de De la Vega a la política italiana

El ministro de Trabajo e Inmigración español, Celestino Corbacho, aseguró ayer que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, «quiere criminalizar al diferente», mientras que España pone el «acento» en controlar el fenómeno de la inmigración.

Corbacho hizo estas declaraciones en Villafranca de los Barros (Badajoz), donde asistió a la celebración de San Isidro, después de la recepción que le ha dado el Ayuntamiento.

«Berlusconi quiere criminalizar al diferente, y yo, como ministro, asumo la responsabilidad de gobernar ese fenómeno, que son dos cosas diferentes», indicó el ministro a preguntas de los periodistas sobre la polémica surgida entre los Gobiernos español e italiano a propósito de la inmigración.

Las declaraciones del Gobierno Berlusconi, a su juicio, «ponen más el acento en discriminar al diferente que en gobernar el fenómeno, esta es la diferencia» entre la política de los dos países. El titular de Trabajo e Inmigración planteó como reflexión que «no hay que equivocar el discurso imputando la culpa al inmigrante como individuo y ser humano». En su opinión, cuando se produce un fenómeno de inmigración «masivo y rápido, se ha de gobernar», porque, de lo contrario, «puede ser generador de problemas».

A partir de ahí, añadió, hay que gestionarlo «con garantías y con exigencia del cumplimiento de los deberes y, entonces, un inmigrante sin papeles solo puede tener como destino el retorno a su país», pero, recalcó, después de respetar los derechos humanos.

Las palabras de Corbacho provocaron la intervención del secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, para evitar una escalada de la polémica.

El embajador italiano

Los Gobiernos de España e Italia «coinciden» en que toda política de inmigración debe ajustarse a la legalidad y en que tiene que haber una «posición común» en la Unión Europea, aseguró López Garrido. Añadió que ayer mismo explicó al embajador italiano, Pasquale Terracciano, que las declaraciones del ministro de Trabajo e Inmigración se produjeron en «el contexto de un proceso de ley planteado en Italia para convertir la inmigración clandestina en un delito».

Según López Garrido, el embajador le ha asegurado que el Gobierno italiano «no sigue esa línea» y que los inmigrantes que han sido expulsados de Italia lo han sido «por cometer delitos y en aplicación de la ley».

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