Frattini reclama a Zapatero que «ponga fin» a las «declaraciones improvisadas» de sus ministros El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha vuelto a abrir la caja de los truenos de la relación entre el Gobierno español y el italiano. «Berlusconi quiere criminalizar al diferente, y yo, como ministro, asumo la responsabilidad de gobernar ese fenómeno, que son dos cosas diferentes», indicó el ministro.

Corbacho dijo esto en Villafranca de los Barros (Badajoz), donde asistió a la celebración de San Isidro, después de la recepción que le dio el Ayuntamiento en su tercera y última jornada de visita a su región natal.

El titular de Trabajo e Inmigración planteó como reflexión que «no hay que equivocar el discurso imputando la culpa al inmigrante como individuo y ser humano». En su opinión, un fenómeno de inmigración «masivo y rápido se ha de gobernar», porque, de lo contrario, «puede ser generador de problemas».

A partir de ahí, añadió, hay que gestionarlo «con garantías y con exigencia del cumplimiento de los deberes y, entonces, un ilegal sólo puede tener como destino el retorno a su país», pero, recalcó, después de respetar los derechos humanos.

Corbacho dijo que España tiene un sistema de garantías para todo el mundo, y en concreto para los inmigrantes, aunque, añadió que también son necesarias las políticas de control y de exigencia. «Los inmigrantes que hagan falta, pero todos con contrato de trabajo», manifestó ayer en Badajoz.

Por su parte, preguntada por si enviaría a Berlusconi al psiquiatra, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, contesta, en una entrevista con El País, que sí. «Estaría bien, sí, aunque no sé sí sería demasiado efectivo, le harían falta muchas sesiones».

Poco tardó el Gobierno italiano en responder. Franco Frattini, titular de Exteriores de Berlusconi, con un tono más diplomático que los ministros españoles, se dijo «seguro» de que el presidente español «sabrá poner fin a las declaraciones individuales e improvisadas que no respetan la línea de fuerte colaboración [con Italia] que José Luis Rodríguez Zapatero ha tenido la ocasión de expresar recientemente».

Frattini trató de acabar él mismo con la polémica haciendo peso sobre las aclaraciones que el secretario de estado español para la UE, Diego López Garrido, hizo al embajador de Roma en España, informa France Presse.