Valencia/tenerife. La Policía desarticuló ayer dos redes que introducían extranjeros en el país a través de matrimonios concertados. La más importante de las organizaciones operaba en Valencia y Castellón, y en la operación fueron arrestadas 19 personas. La segunda operación tuvo lugar en Tenerife y en ella se arrestó a los tres presuntos responsables.

Según informó ayer la Policía en Valencia, esos matrimonios tenían como objetivo la obtención de la autorización de residencia y se cobraba a los extranjeros en torno a los 10.000 euros. Se calcula que puede haber más de 300 bodas fraudulentas.

En esta operación, denominada Canónicos y que sigue abierta, se detectó una veintena de casos de usurpación de identidad de terceras personas, para lo cual utilizaban documentación perdida o directamente robada para suplantarles en la ceremonia.

En algunos casos los verdaderos clientes estaban en sus países de origen y otros compatriotas los representaban en el enlace, para posteriormente remitir al verdadero cliente la tarjeta de residencia obtenida, y facilitarle la entrada en el país.

cuatro hermanos Los agentes pudieron determinar que la cúspide de la organización estaba formada por cuatro hermanas de entre 21 a 30 años, de origen español, que utilizaban diferentes vías para conseguir sus objetivos, entre ellas captar a mujeres con problemas económicos dispuestas a prestar su consentimiento matrimonial con un extranjero a cambio de 5.000 euros.

La Policía pudo averiguar la identidad de los diferentes miembros de la organización, por lo que entre el lunes y el miércoles pasados estableció un dispositivo que finalizó con la detención de un total de diecinueve personas.

De ellas hay 11 mujeres de entre 21 y 30 años y cinco hombres de entre 20 y 51 años, todos de nacionalidad española, y tres hombres de origen indio, paquistaní y nigeriano. Las detenciones se produjeron en Paterna, Moncada, Burjassot, Valencia y Castellón.

Según los casos, los agentes les imputan supuestos delitos de asociación ilícita, bigamia, usurpación de estado civil, contra el derecho de los trabajadores, falsificación documental, tráfico de drogas a pequeña escala y favorecimiento a la inmigración ilegal.

Por otra parte, en la operación lanzada en Tenerife, llamada Alondra, se detuvo a tres mujeres: una nigeriana y dos tinerfeñas. La red fraudulenta introducía a personas de origen subsahariano.

El modus operandi de esta red comenzaba con la captación en Nigeria de personas que, por su especial estado de necesidad, personal y familiar, deseaban buscar una vida mejor en Europa pagando para ello importantes sumas de dinero.

A continuación, la red captaba personas de nacionalidad española que estuvieran dispuestas a contraer matrimonio a cambio de dinero, concretamente en los barrios más desfavorecidos de la capital tinerfeña, ofreciendo directamente a las personas seleccionadas la cantidad de 3.000 euros. En muchos casos las seleccionadas eran jóvenes madres solteras con grandes necesidades, a las que se les ha imputado la comisión de delitos por favorecimiento a la inmigración ilegal.

bodas en Gambia La celebración de los matrimonios entre las personas captadas tenía lugar en Banjul (Gambia), por las inmensas facilidades institucionales que proporciona el bajo control existente sobre los organismos públicos. Para ello los integrantes de la red se ocupaban de organizar todo lo necesario corriendo con los gastos del viaje y tramitando la documentación necesaria para los contrayentes.

Esta organización, que según la Policía ha sido “desarticulada por completo” ocultaba sus ingresos de la actividad delictiva bajo los propios de una ONG, supuestamente dedicada a la ayuda de niños necesitados en África.

Además se intervino un vehículo, varios ordenadores y gran cantidad de documentación relativa a la actividad delictiva, pendiente de ser analizada. >agencias