Breve crisis italo-española

Las críticas de Fernández de la Vega a la política de inmigración italiana provocan una dura respuesta desde Roma La oposición de Berlusconi: «Es inaceptable»

La Razón, Darío Menor, 17-05-2008

Darío Menor
Roma – María Teresa Fernández de la Vega ha estado a punto de provocar una crisis diplomática con una de las naciones más cercanas a España: Italia. En su análisis del nuevo plan del Ejecutivo de Silvio Berlusconi contra la inmigración ilegal, la vicepresidenta primera no sólo mostró su inconformidad, también se decidió a hacer una valoración que ha sentado muy mal en el país transalpino. «El Gobierno rechaza la violencia, el racismo y la xenofobia y, por tanto, no puede compartir lo que está sucediendo en Italia», dijo De la Vega. «España trabaja por una política de inmigración legal y ordenada que permita reconocer derechos y obligaciones», añadió.
Cuando se enteró de lo que había dicho la «número dos» del Ejecutivo español, la subsecretaria de Exteriores italiana decidió responder. «Sería mejor que las almas buenas de Europa y de España se documentaran más», atacó Stefania Craxi. «Si lo hicieran – añadió – , entenderían que las medidas del Gobierno italiano están dirigidas a calmar la explosión de sentimientos xenófobos alimentados por la política irresponsable del Gobierno precedente».
Antes de que las acusaciones cruzadas de «xenofobia» y de «alma buena» provocaran una escalada de declaraciones más preocupante, España e Italia decidieron atajar la crisis. Italia dio el primer paso pidiendo por boca de su embajador en España, Pasquale Terracciano, una explicación al secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido. La mejor aclaración llegó sin embargo de Lima, donde se celebra la reunión entre la UE y los países de América Latina y del Caribe.
En la capital peruana José Luis Rodríguez Zapatero tuvo oportunidad de reunirse con el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, y aclarar el asunto.
Después del contacto entre el presidente del Gobierno español y Frattini, el Ministerio de Exteriores italiano informó que todo había sido un «malentendido» y que se daba por zanjada la tensión nacida con la acusación de «xenofobia» por parte de De la Vega. El ministro italiano se declaró «satisfecho» con las aclaraciones y acabó diciendo que la política de inmigración que diseña Italia es, a su juicio, tan «rigurosa» como la española. «Desde Madrid no ha partido ninguna crítica al Gobierno respecto a la política de inmigración italiana», aseguraron por su parte fuentes del Gabinete de Silvio Berlusconi.
Las palabras de De la Vega fueron muy criticadas por los partidos políticos italianos. El más duro fue Italia de los Valores, (Idv), la formación dirigida por el ex juez anticorrupción Antonio Di Pietro, que consideró que se trataba de una «injerencia inaceptable». Una injerencia entre hermanos.
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