Italia no ha violado «hasta el momento» las leyes comunitarias sobre libre circulación de personas en el marco de las decisiones e incidentes con extranjeros, especialmente los gitanos rumanos, dijo ayer un portavoz de la Comisión Europea (CE), Pietro Petrucci, quien reconoció que se está «siguiendo la situación» de «mucha tensión». Además, recordó que las expulsiones deben decidirse «caso por caso» y con supervisión judicial.

El Gobierno italiano ultima un plan de lucha contra la inmigración ilegal, ante la tensión creciente de la población hacia los gitanos rumanos, que se ha traducido en la quema de cinco campamentos en la periferia de Nápoles en los últimos días. El jueves fueron arrestadas 383 personas, de las cuales 118 serán expulsadas por tratarse de inmigrantes sin papeles, y de ellas 53 ya han sido llevadas hasta la frontera, mientras que 65 están pendientes de ser repatriadas.

Rumanía se mostró ayer dispuesta a establecer un equipo de policías y fiscales que colaboren en la lucha contra la criminalidad y la emigración ilegal. Así lo anunció el ministro rumano de Interior, Cristián David, tras un encuentro en Roma con su homólogo Roberto Maroni sobre los emigrantes expuestos a expulsiones en masa, medida que Bucarest considera que vulnera el derecho a la libre circulación de los ciudadanos de la UE. «Rumanía apoya con firmeza la aplicación de la ley, pero debe asegurarse que esta se aplique sin discriminaciones y que no genere abusos», dijo David.