Zapatero se entrevistó en Lima con el ministro italiano de Exteriores para aclarar lo sucedido El gabinete de Berlusconi «aceptó» las explicaciones y Franco Frattini se mostró «satisfecho» El Gobierno español no comparte, en absoluto, las medidas que está llevando a cabo Italia con los inmigrantes que llegan a ese país sin documentación legal. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, lo dijo ayer con toda rotundidad y provocó un serio malestar en el Ejecutivo italiano que obligó a intervenir a Rodríguez Zapatero.

El Gobierno de Silvio Berlusconi ha adoptado en los últimos días medidas muy severas con los inmigrantes : 383 han sido detenidos en una redada y 118 de ellos van a ser expulsados porque no tienen documentación legal.

Ayer, en la habitual rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros – que presidió De la Vega como presidenta del Gobierno en funciones – fue preguntada por las medidas que va a aprobar Italia y si España se plantea hacer algo similar. Respondió con rotundidad: «El Gobierno, como saben, rechaza la violencia, el racismo y la xenofobia. Por tanto, no puede compartir lo que está sucediendo en Italia, es evidente».

«La inmigración es un fenómeno necesario, y es buena siempre que sea legal y ordenada», añadió. En España, según dijo, el Ejecutivo socialista trabaja para que sea así y aplica una política con los inmigrantes que se fundamenta «en la ley, que permite reconocer derechos y obligaciones a los inmigrantes », subrayó.

«El Gobierno», continuó la vicepresidenta, «no comparte la política de expulsiones sin respeto a la ley y a los derechos y, por tanto, tampoco las actuaciones que pueden exaltar la violencia, el racismo y la xenofobia».

«Nosotros tenemos mecanismos legales para combatir la inmigración irregular; ésos son los que hay que utilizar, a nuestro juicio, y no otros», concluyó.

Nada más conocer esas afirmaciones, el Ejecutivo italiano, a través de su embajada en Madrid, reaccionó a las palabras de la vicepresidenta primera. La legación diplomática se puso de manera inmediata en contacto con el gabinete de María Teresa Fernández de la Vega para pedir explicaciones y aclarar los términos de lo que, en principio, según fuentes italianas, «sonaba a declaración de guerra».

No pretendía criticar

Altos funcionarios del equipo de la vicepresidenta explicaron que la intención de la número dos del Gobierno de Rodríguez Zapatero no fue en ningún momento la de criticar los decretos sobre inmigración aprobados o que vaya a aprobar el Ejecutivo de Silvio Berlusconi.

Aclararon que, con sus palabras, la vicepresidenta únicamente pretendía mostrar el rechazo del Gobierno español «ante cualquier acto de violencia, xenofobia o racismo» en relación con las manifestaciones de violencia que se están registrando contra los inmigrantes en las calles italianas.

El Gobierno italiano «aceptó y comprendió» esas explicaciones. No obstante, desde la parte española también el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, y el propio presidente, Rodríguez Zapatero, se apresuraron a realizar sendas gestiones para tranquilizar a Roma.

López Garrido telefoneó personalmente al embajador italiano en Madrid, Pasquale Terracciano, desde Lima (Perú), donde acompaña al presidente español en la Cumbre Unión Europea – América Latina y Caribe, para contribuir a aclarar los términos de lo dicho por la vicepresidenta primera.

Rodríguez Zapatero mantuvo un contacto personal con el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, que asiste a la reunión de Lima. Frattini se declaró «satisfecho» porque fue el presidente español quien le aclaró lo ocurrido.

Desde el PP, el diputado Jorge Moragas exigió al presidente español «una rectificación urgente», cuando Rodríguez Zapatero ya había aclarado lo ocurrido. Su compañero de partido y portavoz de Inmigración, Rafael Hernando, criticó las palabras de De la Vega porque, según dijo, podrían provocar «un nuevo efecto llamada en los ilegales que deambulan por Italia».

elmundo.es

Vídeo:

Declaraciones de De la Vega contra la política migratoria de Berlusconi.

Más información en página 26.

LA FRASE DE LA VICEPRESIDENTA

«El Gobierno no comparte la política de expulsiones sin respeto a la ley y a los derechos y, por tanto, tampoco las actuaciones que pueden exaltar la violencia, el racismo y la xenofobia».