ECONOMÍA

La compra de pisos por extranjeros cae una media del 50% en un año

La crisis, los precios y la inseguridad jurídica por los casos de corrupción, principales causas del desplome

El Correo, 12-05-2008

Los altos precios de las casas y la oleada de desconfianza generada por la crisis de las hipotecas ‘subprime’, que ha hecho que los bancos cierren a cal y canto el grifo de la financiación, han minado el mercado inmobiliario. Y como la crisis es global, el derrumbe también lo es. Por eso, y por las sospechas de corrupción y falta de seguridad jurídica en España que circulan por los países de nuestro entorno, las compras de pisos realizadas por extranjeros se han desplomado de media un 50% interanual. Una caída que en algunas zonas llega incluso al 90%.

Tampoco se salvan los inmigrantes, a los que – curiosamente – el Gobierno y propio sector del ladrillo otorgan un papel preponderante entre los eventuales futuros compradores de pisos. Los foráneos residentes en España ya no pueden convertirse en propietarios, como lo demuestra el hecho de que sus compraventas – de casas libres y protegidas – retroceden un 41%, el doble de lo que caen las adquisiciones de los nacionales, según datos del propio Ministerio de Vivienda.

Alemanes, ingleses u holandeses. Durante muchos años han sido parte esencial y uno de los pilares del mercado inmobiliario. Eran tiempos en lo que su inversión en el ladrillo español crecía a ritmos cercanos al 20%. Esa bonanza se ha acabado. Los extranjeros encuentran los mismos problemas que los nacionales a la hora de pedir hipotecas a sus bancos y el milagro de los turistas con casa propia en la costa empieza a desaparecer.

En el último trimestre de 2007, los extranjeros compraron 1.766 pisos en España, lo que supone un descenso del 49,47% respecto al mismo período de 2006. La actividad sólo creció tímidamente, y con muy pocas operaciones, en menos de diez provincias. En el resto, el retroceso fue más que notable, con caídas por encima del 70% interanual en Madrid, Huesca, Zaragoza, Asturias, Santa Cruz de Tenerife, Ávila, Burgos, Toledo, Gerona o Tarragona. Entre los más afectados por la huida, como es lógico, las zonas de sol y playa.

Cádiz, Granada, Huelva, Málaga, Las Palmas, Salamanca, Badajoz, Orense, Pontevedra, Ceuta y Melilla son las únicas provincias de toda España en las que las compras realizadas por inmigrantes han mantenido el pulso. Y es que el colectivo lo tiene realmente difícil pues las entidades financieras aprietan todo lo que pueden, y más. El clásico recurso a hipotecas con varias personas como titulares – habitual entre los llegados de fuera – ya se ha quedado corto.

Más garantías que nunca

Bancos y cajas les exigen ahora más garantías que nunca. Además, la crisis de la construcción ha dejado en el camino como primeras ‘víctimas’ a los propios inmigrantes, que son mayoría en los andamios. Frente al retroceso medio del 41,23% interanual en el número de compras de este colectivo en el último trimestre de 2007, algunas zonas presentan descensos muchísimo más abultados.

Los promotores reconocen que la imagen de España ha quedado muy dañada por episodios aislados de corrupción como los vividos en la Costa del Sol. Y es que la posibilidad de que una propiedad «en pleno acantilado» se vea reducida a escombros por una excavadora enviada por el Ayuntamiento o el juzgado frena a cualquiera. A esto se une que los inversores extranjeros ya no están dispuestos a seguir pagando precios desorbitados y que, como algunos españoles, tienen la sensación de que las casas se van a abaratar.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)