Comentan «sotto voce» en Ferraz que a Caldera se le han puesto los ojos a cuadros con la nueva política de inmigración del Gobierno y con la «conversión» de Rubalcaba. Después de acusar a Rajoy de xenófobo y a Sarkozy de «facha», empieza a percatarse por qué Zapatero le echó de su lado: porque se creyó que el «papeles para todos» es muy de progresista. Rubalcaba, que es un lince, se lo vino a decir ayer al despistado Caldera: «Si somos laxos con la inmigración ilegal, no hay quien la pare y se provoca el efecto llamada». Y también: «Necesitamos aumentar el plazo de detención porque no es fácil la repatriación»; «Nosotros repatriamos más que el PP»… Oir para creer.