Inmaculada G. de Molina

Madrid – Inmigrante en paro y dispuesto a regresar a su país era hasta hace unos días, sin mayores restricciones, el retrato robot del nuevo beneficiario de la capitalización de la prestación por desempleo, reservada hasta la fecha sólo a los nacionales. Sin embargo, el Ejecutivo ha cambiado de planes, tras constatar que esta medida se puede convertir en un «auténtico coladero» para la picaresca. Por eso ha decidido ponerle límites y acompañarla de requisitos exigentes a la hora de hacer efectivo el abono de la prestación, aseguran a LA RAZÓN fuentes gubernamentales.

Sectores en crisis

Sólo a los inmigrantes que pierdan su trabajo en los sectores que este año destruirán empleo, construcción y servicios, se les permitirá capitalizar el paro. Los informes económicos más optimistas pronostican una pérdida de puestos en la construcción de unos 250.000 trabajos. Según los cálculos del propio Gobierno central, este alza de desocupados afectará, fundamentalmente, a los inmigrantes.

Al limitar a estos dos sectores el acceso a la prestación, el Ejecutivo imposibilitará que otros trabajadores pacten su salida del mercado laboral con sus empleadores para cobrar de golpe el desempleo, con la consiguiente repercusión en las arcas del INEM. Además, los beneficiarios de esta medida estarán obligados a acreditar fehacientemente que esa capitalización del desempleo se utiliza para instalar en el país de origen un negocio o trabajar en el mismo como autónomos.

El Gobierno exigirá también a esas personas que permanezcan un plazo de tiempo determinado en su país de origen, aunque Trabajo aún no ha cuantificado cuanto será. Se trata de evitar que cobren el desempleo en una única vez, se marchen a su país de visita y regresen a los pocos meses. De esta manera, Celestino Corbacho garantizará que esos parados salen de las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal y, por ende, se reduce la tasa de paro, situada ahora en el 10 por ciento. Así constará en el informe que el Ministerio de Trabajo e Inmigración está elaborando y que presentará ante el Consejo de Ministros en este mes de mayo. Según fuentes del Ejecutivo, esta medida, que pretende aprobar antes del verano, retocará varias leyes.

Más medidas

La crisis económica y su fiel reflejo en el mercado de trabajo preocupa en exceso en La Moncloa. Por eso, además de esta decisión, el Gobierno trabaja sobre otra batería de medidas reactivadoras de la economía y que será complementaria del Real Decreto que aprobó el martes pasado el Congreso de los Diputados, en el que figura la deducción de 400 euros del Impuesto de la Renta.

Este nuevo plan deberá ser previamente consensuado con los interlocutores sociales. Precisamente, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá en las próximas semanas en La Moncloa a los representantes de los sindicatos y los empresarios para analizar estas nuevas medidas.


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