Los sindicatos anuncian el Primero de Mayo una ofensiva por el salario

El Periodico, ANTONI FUENTES / BARCELONA, 02-05-2008

Las manifestaciones del Primero de Mayo convocadas por los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, se convirtieron en el punto de salida de una nueva carrera para subir los salarios más bajos y evitar cualquier tentación empresarial de que los trabajadores paguen el frenazo económico. “Ni un paso atrás en salarios”, arengó el líder de UGT de Catalunya, Josep Maria Álvarez, ante los alrededor de 10.000 manifestantes congregados en Barcelona desafiando el tiempo veraniego que invitaba a ir a la playa en un puente de cuatro días festivos para muchos.
El objetivo de conseguir un sueldo mínimo de 1.000 euros en los convenios colectivos salió reforzado de las manifestaciones de ayer, en las que se lanzó el mensaje de que la desaceleración de la economía no debe afectar al aumento del poder adquisitivo. La ofensiva, con una batalla en marcha en el sector de las residencias geriátricas, también afecta al BOE, donde los sindicatos esperan ver cumplida la promesa del Gobierno de subir el salario mínimo interprofesional de 600 euros a 800 en el 2012.

BENEFICIOS ESPECTACULARES
“Los salarios no son los responsables de la inflación, sino sus víctimas. La inflación la provocan los espectaculares beneficios de sectores no sometidos a control ni competencia”, dijo Joan Coscubiela, secretario general de CCOO de Catalunya.
En Madrid, los miles de personas que acudieron a la manifestación, una de las menos concurridas desde que se restableció en España hace 30 años, tuvieron el consuelo de librarse de los atascos monumentales hacia la playa. El líder de UGT, Cándido Méndez, planteó una alternativa a la moderación salarial: “Los ejecutivos de las multinacionales, exclusivamente ellos, deben apretarse el cinturón”. Una vez situada la prioridad salarial, los sindicatos reclamaron más inversión pública en políticas sociales de ayuda a los parados y en medidas de apoyo a la industria.
Los problemas económicos se deben, según el secretario general de CCOO, José María Fidalgo, a la venta de un bien de primera necesidad como la vivienda al doble de su valor y a la usura. Ambas cosas “son inmorales”, afirmó, porque “los del ladrillo no deben pasarse de listos, ellos y los bancos ya han recogido lo suyo”.

INMIGRANTES
La solución es que el Gobierno “mire a los de abajo”, dijo Fidalgo, y que extienda la cobertura del desempleo, “un derecho sin color ni patria”. Álvarez criticó el plan del Gobierno de incentivar el retorno de los extranjeros a sus países: “Parece que los inmigrantes son de quita y pon. ¿Qué se han creído? Son personas y hay que respetarlas. Yo también soy inmigrante”.
La lucha por el poder adquisitivo también centró las manifestaciones de otros sindicatos en Barcelona. La máxima dirigente de USOC, Antònia Gil, criticó el intento de que los trabajadores “asuman los costes en una época de vacas flacas”. Los dirigentes de la CGT destacaron la necesidad de “plantar cara” a la precariedad laboral y pidieron más inversión en servicios públicos.

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