650.000 catalanes viven en la pobreza y sin salida

El Mundo, 01-05-2008

Uno de cada 10 catalanes viven atrapados en una franja de pobreza de la cual no pueden escapar. Jubilados, mujeres solteras, amas de casa y, sobre todo inmigrantes asiáticos y africanos, son los más vulnerables, según un informe de la Fundación Jaume Bofill.


El estudio, elaborado sobre 1.292 familias y 3.467 personas y que establece el límite de la pobreza en el 60% de la renta media, indica que el 70% de los pobres, 650.000 personas, que había en el 2003 lo seguían siendo un año después. Así, un hogar unipersonal necesitaba en al año 2003 una renta anual de 7.011 euros para vivir, 12.670 en el caso de una familia de dos adultos y un niño y 14.723 para dos adultos y dos menores. Otro dato recogido en el informe señala que el 18,5% de los catalanes está en riesgo de pobreza, una cifra por encima de la Europa de los 15 (17%) y ligeramente por debajo de los datos españoles (19,9%).


El director de la institución, Jordi Sànchez, destacó la importancia del estudio porque es el primero que no hace una fotografía, sino que presenta una evolución de la pobreza durante los años 2003 y 2004. Pese a la satisfacción por el resultado final, Sánchez reconoció que el estudio no refleja el cambio de población que ha sufrido Cataluña en los últimos años con la llegada de la inmigración. En este sentido, uno de los coautores del informe, el profesor de Economía de la Universitat Autònoma de Barcelona, Xavier Ramos, también afirmó que el estudio no hace especial hincapié en que la pobreza sigue teniendo cara femenina – 15,4% de las mujeres tienen riesgo de pobreza persistente, frente al 9,3% de los hombres – .


Ramos señaló que es importante reorientar las políticas destinadas a hacer frente la pobreza y aseguró que «se ha perdido una oportunidad dorada» durante los años en que se ha registrado un crecimiento económico muy importante. «Es más fácil hacer políticas sociales cuando no hay problemas presupuestarios que cuando sí los hay» aseguró, en referencia a las previsiones de crisis económica en los próximos años. Aunque no quiso hablar de fracaso, Ramos dijo que es necesario dotar de más dinamismo a las políticas de inmigración, educación y género.

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