ESTHER ARMORA

BARCELONA. El gobierno catalán tomará medidas para evitar las escuelas – gueto. La nueva Ley de Educación de Cataluña (LEC), cuyo contenido se desveló ayer, prevé que se fijen topes de alumnado inmigrante en los centros educativos de esta Comunidad (públicos y concertados). La medida servirá para equilibrar el reparto de estos estudiantes en toda la red educativa pública, sobre todo en las áreas en las que hay más población extranjera.

El consejero catalán de Educación, Ernest Maragall, lo adelantó ayer durante la presentación del anteproyecto de la nueva normativa, que será la primera ley educativa propia de Cataluña, aunque no dio más detalles sobre la cantidad límite de inmigrantes que se fijará por centro. Sí aclaró, no obstante, que el porcentaje «no será el mismo para todas las áreas educativas».

Diferente, según la zona educativa «El tope será diferente en función de cada zona educativa y deberá reflejar la realidad sociológica del entorno, aunque, eso sí, afectará por igual a centros públicos y concertados», dijo Maragall.

Así, la nueva Ley educativa autonómica establece en su artículo 31 que «la Administración educativa ha de establecer territorialmente la proporción máxima de alumnos de estas características que pueden ser escolarizados en cada centro y grupo y, si es necesario, la reserva de plazas que, como mínimo, es necesario destinar».

Además, la Generalitat prevé que los centros con menos inmigrantes puedan incrementar en un 10% el número máximo de alumnos en sus aulas para poder dar cabida a este tipo de alumnos con necesidades especiales.

Necesidades específicas En relación con este último punto, el anteproyecto especifica que «este incremento se deberá aplicar preferentemente en los centros con niveles más bajos de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo».

Para favorecer el reparto del alumnado inmigrante, la Generalitat prevé también aumentar los estímulos económicos a aquellos centros concertados que refuercen su compromiso en este sentido. Así, las concertadas que se adhieran a esta medida «de forma voluntaria» y que adquieran la «corresponsabilidad» de asumir, entre otros compromisos, el de aceptar a más alumnos inmigrantes en sus aulas, recibirán «mucha más ayuda de la que tienen ahora con el concierto», según dijo ayer Maragall.

Concertación «potente» El consejero socialista definió este modelo de concertación como «concertación potente» y avanzó que espera que sean «prácticamente la totalidad de centros de esta modalidad» los que se acogan a esta alternativa. «Es un sistema diferente de concierto. Está pensado para aquellas escuelas que estén dispuestas a comprometerse más en el objetivo de escolarización equitativa», indicó Maragall.

Sindicatos consultados ayer por este diario valoraron positivamente la medida. Coincidieron en que «ayudará a reequilibrar algunas zonas en las que los centros públicos absorbían la práctica totalidad de este tipo de alumnado».

«Hasta ahora las medidas que funcionaban para equilibrar el reparto se han mostrado insuficientes, ya que pocos centros cumplían con lo acordado», precisaron fuentes de UGT. Las mismas fuentes explicaron que «una vez arrancado el curso, si no se habían cubierto las plazas, éstas pasaban a otros alumnos». Pese a considerarlo una medida positiva, las centrales creen que «deberá esperarse a ver cómo se aplica». La nueva LEC entrará en el Parlamento catalán a finales del verano.