El primer ministro francés, François Fillon, anunció que el proceso para evaluar la situación de trabajadores extranjeros sin papeles que habían iniciado una huelga para reclamar la regularización se saldará con la entrega de documentos a «varios cientos, nada más».

«Estamos totalmente opuestos a las regularizaciones masivas», subrayó Fillon en una entrevista a Le Journal du Dimanche , en referencia a la polémica suscitada por la huelga de inmigrantes irregulares en París y su región, que reclaman documentos, ya que tienen contratos y pagan impuestos.

Reiteró la reprimenda lanzada el jueves por Nicolas Sarkozy, quien, tras excluir una regularización global por el efecto llamada que generaría, cargó contra los empresarios que dan trabajo a inmigrantes irregulares . Fillon, en concreto, habló de la «hipocresía de ciertos empresarios que contratan a clandestinos para luego pedir su regularización».