ACTUALIDAD ECONOMICA
¿Podemos echarlos?
El Mundo, , 27-04-2008Los inmigrantes han sido clave en la reciente expansión, la más larga e intensa de la economía española. Ahora que vienen mal dadas, que el desempleo es rampante, los inmigrantes son los más perjudicados y se han constituido en un problema. La pregunta crucial es si podemos prescindir de ellos, incluso en época de crisis. La respuesta es no. No hay indicios de que la inclinación de los españoles por tener hijos vaya a subir espectacularmente los próximos años ni de que, en consecuencia, seamos capaces de mantener la actividad, sea mucha o poca, sin el concurso de los extranjeros.
Tener un problema demográfico, como es nuestro caso, equivale a tener un problema económico que sólo resuelve la inmigración.Muchos de los puestos de trabajo del país seguirán siendo desempeñados por personas de otros lugares: en el turismo, en la hostelería, en el comercio, en el servicio doméstico, en la atención a las personas dependientes. Los españoles somos demasiado señoritos para hacer estas tareas, somos cada vez menos serviciales y estamos acostumbrados a ganar en muchos casos más de lo que podríamos si el mercado laboral fuera flexible, que es lo que conviene siempre, tanto en los momentos exuberantes como en los depresivos.
Pero la inmigración plantea notorios desafíos, graves cuestiones, y no es la mayor la del orden público, que es la que vimos no hace mucho tiempo en las revueltas de París. La mayor tiene que ver con nuestro sistema de protección social. Un país con un contingente tan importante de inmigrantes no puede sobrevivir con un Estado de Bienestar diseñado a la medida de cuando no los había. O se racionaliza y cambia o quiebra. De todos estos hechos inquietantes se habla en el nuevo número de Actualidad Económica que ya tienen en el quiosco.
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