Los hechos ocurrieron en un centro para extranjeros y la intervención de la Guardia Civil se produjo tras una denuncia realizada por personal del recurso gestionado por el Gobierno de Canarias, que detectaron que “había algo raro”. Los agresores han sido trasladados a otros recintos y deberán tener una vigilancia especial.

Miembros del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil del Puerto de la Cruz imputaron a dos menores de edad, de 13 y 15 años, ambos de nacionalidad marroquí, la autoría de un delito de agresión sexual.

El servicio llevado a cabo por agentes del instituto armado se inició cuando la responsable de un centro para menores de origen extranjero situado en el término municipal de Icod de los Vinos puso en conocimiento de los funcionarios un posible delito de agresión sexual a un niño subsahariano de 11 años y natural de Malí.

Una vez explorados los menores y existiendo indicios de la comisión del delito se procedió a la detención y puesta a disposición del Fiscal de Menores de los supuestos autores.

Además, según una información ofrecida en la jornada de ayer por parte de la Comandancia Provincial de la Guardia Civil, los acusados han sido trasladados a otro centro.

Fuentes de la Consejería de Bienestar Social y Juventud del Gobierno de Canarias, que administra el centro de Icod de los Vinos donde ocurrieron los hechos, manifestaron que el incidente sucedió esta semana y, casi inmediatamente, los educadores detectaron que “había algo raro”.

En cualquier caso, las edades de los protagonistas ofrecidas ayer por el Ejecutivo autónomo difieren ligeramente de las aportadas por la Benemérita. Así, según las citadas fuentes, los agresores tienen 14 años y la víctima, 12.

Desde que se confirmó el delito, los menores marroquíes fueron separados del niño subsahariano y trasladados a dos centros de menores diferentes, donde, al parecer, deberán estar bajo una vigilancia especial.

Además, al menor originario de Malí también se le prestará asistencia especializada.

Una portavoz de la administración canaria señaló ayer que la agresión fue un hecho aislado y puntual, que no tuvo continuidad en el tiempo.