Nueva York teme disturbios por la absolución de tres policías
El Periodico, , 26-04-2008Hasta ahora había una cifra en la memoria colectiva de Nueva York que ejemplificaba la impunidad de la policía en actuaciones con uso excesivo de la fuerza. Era el 41, el número de balas que cuatro agentes de paisano dispararon en 1999 sobre Amadou Diallo, un inmigrante guineano de 23 años desarmado. Ayer, un juez de Queens grabó un nuevo número: 50, los disparos que tres agentes descerrajaron la noche del 25 de noviembre del 2006 sobre Sean Bell, otro joven negro de 23 años también desarmado que horas más tarde se iba a casar y celebraba con dos amigos – – que resultaron heridos – – su despedida de soltero.
Como en el caso de Diallo, los agentes que acabaron con la vida de Bell – – uno blanco, Michael Oliver; y dos negros, Gerard Isnora y Marc Cooper – – fueron absueltos de todos los cargos. Y la controvertida decisión extendió por la ciudad, mayoritariamente en la comunidad negra, una ola de indignación que hacía temer una explosión de violencia.
Uno de los principales argumentos esgrimidos por el juez Arthur Cooperman fue lo que consideró falta de credibilidad de los testigos. Estos desmintieron la versión oficial y aseguraron que los agentes de paisano, que estaban en el club Kalua intentando hacer detenciones por prostitución, nunca se identificaron antes de disparar – – supuestamente porque pensaron que Bell y sus amigos tenían armas en el coche – – . “Por momentos sus testimonios simplemente no tenían sentido”, aseguró el magistrado.
“SIN JUSTICIA NO HAY PAZ”
El juez anunció su veredicto poco después de las nueve de la mañana, tratando de paliar la posible reacción de los indignados ciudadanos, sobre todo en el primer día de fin de semana. Las autoridades vigilaban las áreas de Rockaway, Jamaica y el sureste de Queens, donde no se descartaban altercados. A las puertas del tribunal, por la mañana, los ánimos ya estaban encendidos y un hombre negro clamaba: “No puede haber paz si no hay justicia, así que no la esperen”.
El alcalde, Michael Bloomberg, dijo que “habrá oportunidades para disentir pacíficamente. La ciudad ha avanzado mucho como para volver a las oscuras eras de la violencia”.
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